La viuda de Enrique Morente, Aurora Carbonell, relató al juez Fermín Echarri, quien investiga una supuesta negligencia médica en la muerte del cantaor, lo sucedido en el transcurso en que su marido fue intervenido de urgencia por una hemorragia la madrugada del 5 al 6 de diciembre de 2011 en la Clínica la Luz. «A mi marido lo abandonaron y, cuando llegué, ya no estaba», denunció.

Acompañados por el abogado Ignacio Gordillo, Carbonell y su yerno, el diestro Javier Conde, acudieron por la mañana a los juzgados para declarar como testigos en el proceso penal. Las primera palabras de la viuda ante la prensa han sido para pedir justicia por la muerte del cantaor y ha señalado que es «muy duro» tener que recordar todo lo ocurrido. «Tenemos ganas de decir la verdad», dijo antes de testificar. Tras declarar, Carbonell pidió que la justicia se aplique para que hechos como éste no vuelvan a pasar. «Ahora estamos más tranquilos porque hemos dicho la verdad ante unos hechos gravísimos. Queremos que nos digan de una vez qué pasó desde la una y cuarto de la mañana hasta las cuatro. Estuvo solo y nadie lo atendió», dijo. Según la viuda, el artista murió de una hemorragia no atendida.