Miles de personas asistieron ayer en Málaga al desembarco de la compañía de honores del tercio Alejandro Farnesio IV de la Legión de Ronda, y al traslado del Cristo de la Buena Muerte -conocido como el Cristo de Mena- a su trono procesional, en un acto en el que el actor malagueño Antonio Banderas ha sido nombrado «legionario de honor».

Emocionado, Banderas ha recogido el chapiri -gorro legionario- en reconocimiento a sus méritos como «persona de bien», «trabajadora» y como «malagueño universal» que representa el amor y respeto de los ciudadanos de Málaga por la Legión.

Durante unos instantes, el actor malagueño se ha dejado puesto el gorro, mientras le cogía del brazo su esposa, Melanie Griffith, que ha permanecido en una segunda línea y con gafas de sol oscuras.

Banderas, que fue pregonero de la Semana de Santa en 2011, no ha querido este año perderse esta cita, y ya participó el Domingo de Ramos como mayordomo en el desfile de María Santísima de Lágrimas y Favores, de las Cofradías Fusionadas. El actor, que en las últimas semanas también ha asistido a los partidos que ha disputado el Málaga CF, se marchará en los próximos días por motivos profesionales.

El próximo 5 de mayo comienza el rodaje en Bulgaria de la película «Autómata», una coproducción de Green Moon, la productora en la que participa, y la compañía americana Millennium.

Los legionarios han portado el crucificado sobre sus hombros y a mano alzada hasta el templo en el que ha sido entronizado, mientras entonaban la canción «El novio de la muerte».

La imagen del Cristo de la Buena Muerte fue tallada por Francisco Palma Burgos en 1942 y restaurada en 2001, y sustituye a la anterior, que se perdió en 1931 y correspondía al imaginero Pedro de Mena.

La Congregación se fundó en 1915 tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, que fue creada en el siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, de la que se tienen referencias de 1579.

La Legión se vinculó definitivamente a la Congregación del Cristo de Mena en 1921, que fue reconocido como su protector por las autoridades militares siete años después.

Ayer, festividad de Jueves Santos, cerca de diez mil personas siguieron la procesión por las calles malagueñas. Como es tradicional, doce caballeros legionarios sacaron a pulso al Cristo de la capilla de la iglesia de Santo Domingo para llevarlo hasta el centro de la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás al ritmo del himno del cuerpo, 'El novio de la muerte', todo ello entre los aplausos de los asistentes.