El músico Manolo García se dio ayer un baño de multitudes en la puesta de largo de la exposición "Un poco de mí. Sub-realista", que reúne en la Casa de Cultura de Pola de Siero una amplia muestra de su producción pictórica y fotográfica que permanecerá expuesta hasta el 20 de marzo.

En la sala de exposiciones lo estaban esperando cientos de seguidores, que lo aclamaron a su llegada. Muchos llevaban en la mano algunos de sus discos o libros. "Para mí es un poco chocante estar hablando y no tener una guitarra y no poder tocar canciones, pero también está muy bien; todo llegará". Con estas palabras se dirigió Manolo García a sus seguidores, muy agradecido tanto a quienes habían propiciado que la exposición recalase en Pola de Siero -es la primera vez que expone su obra en el Norte- como con las muestras de cariño que le estaba dando el público. García defendió la cultura como parte importante de la sociedad. "Para mí la cultura es la sanidad del espíritu. Cualquier disciplina cultural es cura del espíritu, y en nuestra sociedad es importante", dijo.

"No sé si soy pintor, pero sí que me siento pintor. Mi mirada es de pintor, de fotógrafo. A donde viajo miro a las personas, veo a la gente sufrir, pelear, trabajar, tratar de sacar la cabeza, y eso me lleva a coger un pincel, una guitarra, una cámara y a vivir con ellos", explicó.

Y al terminar su discurso, Manolo García aguantó estoicamente, agradecido y sin perder la sonrisa, una larga y sostenida avalancha de fans que se hicieron fotos, le pidieron firmas y le dieron besos y abrazos.