María León y Yolanda Ramos son dos de las protagonistas de la segunda película de Paco León, "Carmina y Amén", que se estrenará el próximo miércoles. Ramos, además, está de actualidad por su enfrentamiento en un plató de televisión con el productor José Luis Moreno, al que reclamó una deuda por un trabajo de hace años. Moreno ha denunciado por "falsedad" a la actriz. Ella defiende ante LA NUEVA ESPAÑA su intervención: "De un día para otro cerraron el Molino en Barcelona y me quedé en la calle. Luego me llamaron para ir un día a las carpas de José Luis Moreno. Eran unas carpas donde se hacía "Noche de Fiesta", estuve todo el día grabando, sin seguro ni nada, no firmé nada y nunca me pagaron".

Así de contundente explica Ramos la polémica que ha saltado esta semana cuando Moreno fue invitado al programa "Hable con ellas", donde Ramos trabaja actualmente. Él, ofendido, abandonó el plató. "Tengo el apoyo de los jefes, además yo soy de las que piensas que o haces televisión de verdad o esto es una mierda. Yo actué y jamás me pagaron. Reclamé lo que era mío y además lo hice amablemente", dice Ramos.

Volvamos al cine. Yolanda forma con María León un tándem perfecto en la película, y aunque las dos tienen más que tablas en la interpretación reconocen que el día del estreno se espera "con muchos nervios". María León, hermana pequeña del director, cuenta los días para que los espectadores puedan ver esta creación "familiar" en pantalla.

"Es una película tan íntima y hecha con tanto esfuerzo y con tanto amor que estamos todos de los nervios. Cuando Paco grabó Carmina o revienta las cosas fueron mucho más allá de lo que pensábamos. En realidad no teníamos claro si era una película, pensábamos que no iba a pasar de algunos festivales, pero luego gustó. Ahora esta segunda película es mucho más redonda".

En esta segunda cinta de Paco León, Carmina, su madre en la vida real, vuelve a hacerse con las riendas de la trama, su personaje es una mujer resolutiva que no juzga, y sobre el que la familia reposa para mantenerse unida y que antepone las necesidades familiares y la cordura antes que nada. Poco difieren estas características de la actriz con la de la verdadera Carmina Barrios, que también es fumadora empedernida, madre madraza y "un ídolo para mí, un espejo en el que mirarme, una mujer que nos ha enseñado a ser libres y a ser felices", explica su hija pequeña, que reconoce que lo de fumar también es algo que les viene de familia. "Mi madre fuma mucho, muchísimo, pero yo estoy respondiendo a esta entrevista con un cigarro en la mano. En mi familia fumamos todos y obviamente sabemos a qué peligros nos enfrentamos, pero luego está la libertad de decidir uno mismo, y nosotros somos felices así".

En esta segunda película de Paco León es donde Yolanda Ramos ha hecho el humor que a ella más le gusta. Metida en el papel de una masajista enamorada de los efectos de la marihuana y de la energía, Ramos reconoce que en la película "todo fluye porque Paco es un gran director y hablamos un idioma muy parecido".

Yolanda Ramos, amiga personal de Paco León desde que compartieran éxito en el programa de imitación "Homo Zapping", alaba su profesionalidad. "Con él te sientes tan cómoda que saca lo mejor de cada uno, ésta es una buena película porque no hay nada que chirríe, no hay nada que reste, todo suma". Pero a pesar de estar más que curtida en escenarios y pantallas, "los nervios están ahí". Ramos cree que Carmina se ha convertido en un personaje que tiene mucho más que dar, "hay un banco enorme por explotar ahí" y ojalá la masajista del buen rollo "también tenga su sitio".

El galardón que ha recibido por su papel en el festival de Málaga no ha hecho más que exigirle estar siempre a la altura de esta interpretación. "Es como cuando un novio te dice que estás guapa, me veo obligada a ponerme guapa todos los días, pues ahora siento la exigencia de hacerlo bien todos los días. No comprendo a la gente que reniega de los premios, porque yo que he vivido la parte más dura de la profesión, cuando me dan un premio y me invitan a canapés me vuelvo loca".

"Es importante que la gente vaya al cine, el problema es que en este país se hacen soberanas burradas y la gente no puede permitírselo, porque primero tiene que comer, pero cuando se hace el día del espectador las colas son kilométricas. Hay que darse cuenta de que el cine es más que cine, es cultura", explica María. Ella, que también tiene un premio en casa que le inspira respeto, un "Goya" "que muchas veces cuando limpio me lo encuentro y todavía no me creo que esté ahí", asegura que lo importante es "hacer cine, trabajar" y conseguir entretener.