Con un multitudinario y ruidoso pregón en la plaza de Chueca protagonizado por las cantantes de Eurovisión Conchita Wurst y Ruth Lorenzo arrancaron en Madrid las celebraciones del Orgullo Gay, que esperan reunir hasta el domingo a dos millones de personas en defensa de la libertad sexual en el mundo.

El pistoletazo inicial de las fiestas estuvo marcado por un sonoro alboroto de gritos y silbidos que desafiaron el tope de 55 decibelios fijado por el Ayuntamiento a los organizadores para el acto de apertura de las fiestas, que siguieron miles de personas en una abarrotada y engalanada plaza de Chueca donde se escucharon gritos de "Botella dimisión", en alusión a la Alcaldesa.

Al límite al ruido se refirió Ruth Lorenzo, que amagó con hablar sin micrófono subida al palco en compañía de la gran estrella de la jornada, Conchita Wurst; y de múltiples referencias a los decibelios y críticas al Ayuntamiento estuvo trufado el manifiesto.

Las horas previas al inicio de MADO 2014 (nombre oficial de las fiestas) estuvieron marcadas por las críticas de políticos de la oposición y ciudadanos a la decisión del Ayuntamiento de limitar el ruido en la plaza y trasladar a otras zonas de la ciudad actos programados en el que ayer fue epicentro de la celebración.

Otros, como la asociación de vecinos de Chueca, celebraron que el Ayuntamiento de Madrid haya optado "por fin" este año "por cumplir sus propias ordenanzas" sobre el ruido durante las fiestas y "a pesar de las presiones de los organizadores".

Según los organizadores, el MADO 2014 tendrá un impacto económico de más 110 millones de beneficios para la ciudad.

Al colorido de las habituales banderas y banderines de seis colores se unieron decenas de sombreros, pulseras, abanicos, alpargatas arcoíris y caras pintadas, con los que solo han rivalizado en notoriedad camisetas con lemas divertidos y socarrones.

La acumulación de gente en la zona llevó a la policía a pedir a Metro de Madrid que cierre la estación de Metro de Chueca.

Hoy, la ya tradicional Carrera de Tacones en la calle Pelayo centrará el interés de una celebración que, como cada año, alcanzará su punto álgido con una gran manifestación que en esta edición reivindicará, siempre de forma lúdica, los derechos de los gais, lesbianas, transexuales y bisexuales de todo el mundo entre las glorietas de Atocha y Colón.