Cuenta Mónica Solar que trata, junto a su grupo de performance, de hacer algo útil con la ropa vieja, la ropa que queda abandonada con el paso del tiempo. Ella va ideando una novela que apoya su guión en los de tejidos que son quienes protagonizan el vestuario; o mejor las tiras de esos tejidos que ella va uniendo para interrelacionar a los propietarias originales de esas prendas.

Mónica Solar es de Viodo (Gozón) e hizo Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. "Al igual que en trabajos anteriores, la performance reutiliza prendas usadas para la creación de nuevas confecciones, jugando con el simbolismo y el vínculo que transmite la materia prima en relación a sus antiguos propietarios", matiza Solar que ayer protagonizó junto a Vicki Sirgo, Soraya Sainz y Paloma Estrada "un paseo por Oviedo", entre estatuas, calles y plazas, haciendo paradas y mostrando los vistosos vestidos con que iban uniformadas, haciendo posados entre la gente, que atendía curiosa a esta escenificación de la idea de novela a través de esos tejidos.

Esa bellleza tan llamativa es una consecuencia de la creación de Mónica Solar y sus compañeras de aventura teatral, que, efectivamente, ayer pusieron el punto de diferencia en las pobladas calles de Oviedo "Las prendas pierden su forma original para convertirse en líneas entrelazadas entre sí, en una sucesión de renglones" que cuentan una historia creada por la autora. "Como resultado", explica, "surge una pieza textil que parte de 6 grandes faldas y confluye en la unidad. Las mujeres que la visten, sin posibilidad de disgregarse, se desplazan en conjunto, al unísono, formando una unidad, un bloque femenino", puntualiza Solar para describir esta performance, que se integra perfectamente en la calle. El origen de esta obra fue pensada una vez finalizados sus estudios en Bellas Artes. Comenzó "a coger ropa que nadie quiere utilizar y darle así una segunda vida".

El relato va tomando forma a medida que lo describe su protagonista: "En este caso es como una novela histórica. Al final la gente de mi entorno me dona la ropa y la identifico. La corto en tiras y creo un ovillo gigante. Cada línea representa un renglón de la novela. Unir la vida de las personas que me donaron la ropa", de eso se trata en el relato de la performance.

La idea se concretó tras haber trabajado en la Noche Blanca del 2013, en la fabrica de gas. Entonces me hablaron de estos proyectos" urbanos". Un proyecto urbano con su itinerancia.

Y así fue ayer, con un recorrido que pasó por la escultura de Campomanes, Cimadevilla y el Ayuntamiento, plaza de Trascorrales, el Viajero de Porlier, la Regenta y el Fontán, entre otros lugares explica Solar. "En cada escultura íbamos parando". Al final tomó vida esa novela de tejidos entre puestos, estatuas y gente observando, observando atentamente.