"Sólo puedo decir que habrá sorpresas, espero que lo entendáis, es hora de cerrar etapas y abrir otras nuevas, independientemente del medio en el que estemos siempre estaremos dedicados al misterio, porque para nosotros esto no es un trabajo, es una forma de vida", de esta manera tan enigmática se despidió Iker Jiménez de las 1.200 personas que se congregaron en el teatro de La Laboral para ver al periodista de lo desconocido y a su mujer, Carmen Porter, hablar sobre los temas que les han hecho famosos.

Con las entradas agotadas hace días, la simple aparición de dos los protagonistas en el escenario despertó la euforia de los asistentes. El matrimonio buscaba crear una conexión especial con el público. Sólo pusieron una condición, dejar los móviles guardados durante el tiempo que durase su intervención y, sorprendentemente, funcionó.

"Hoy en Gijón ha tocado miedo", así anunció Carmen Porter el hilo conductor de la charla. "La noche del misterio" se convirtió en la noche del miedo. El origen del mal, el demonio "Pazuzu", la película de "El exorcista" y toda la tragedia que acompañó el rodaje, fueron algunos de los primeros temas que Iker Jiménez y Carmen Porter pusieron sobre la mesa. Todo con una puesta en escena pensada para hacer al público formar parte de la historia. Las músicas y sonidos recordaban al programa de radio y una pantalla de 7 metros de alto, a modo de fondo, conseguía que los ojos de Linda Blair interpretando la niña poseída en el exorcista mirasen fijamente al espectador. Bélmez, otro de los temas clásicos del programa, propició los momentos más cómicos de la noche con anécdotas personales de los protagonistas y su equipo. "Nunca las caras de Bélmez se han visto a este tamaño" decía maravillado Iker Jiménez mientras veía en la pantalla las caras que evolucionaban fotografía a fotografía, tal y como lo han hecho a lo largo de todos estos años.

El matrimonio desveló algunas de las situaciones en las que ellos mismos, o parte del equipo se encontraron cara a cara con lo desconocido. "Muchas veces vas a los sitios más misteriosos y no ocurre nada, de hecho es lo que suele pasar, sin embargo a veces el escalofrío surge donde menos te los esperas", aseguraba Iker Jiménez. El miedo no desapareció de la sala en ningún momento con temas como Belchite y sus psicofonías o las historias contadas por Carmen Porter sobre los muñecos diabólicos Anabelle, Robert y Leda, con las recreaciones de Juan Villa sobre el escenario.

Tras casi dos horas de confesiones, ya con las luces encendidas, tuvo lugar una conversación cercana con el público, donde algunos de los casos que le relataban los espectadores hacían fruncir el ceño e interesarse a los dos periodistas. "Cada día me doy más cuenta de que no sé nada de casi nada, que en cuanto rascas un poco la superficie nada está tan claro como nos quieren hacer creer", aseguró Jiménez en una especie de reflexión final con la que seguro se identificaron la mayoría de sus seguidores allí presentes.