La muerte reciente de la hija de Whitney Houston, Bobbi Kristina Brown, tras varios meses en coma, ha conmocionado al mundo por la dureza de esta historia, en la que madre e hija han fallecido en circunstancias trágicas y rodeadas de excesos.

En ocasiones, el éxito en las pantallas poco tiene que ver con una vida plena fuera de ellas y por eso la historia de Whitney y de su hija no es la primera ni probablemente la última que se repite en el mundo de la fama y el espectáculo. Muchos son los famosos que han tocado el cielo con las manos en lo que a éxito se refiere, pero que sin embargo han tocado el suelo al ver cómo algunos de sus hijos han perecido en trágicas circunstancias. La muerte también toca el cielo.

El hijo del actor Sylvester Stallone falleció a los 36 años y su deceso supuso un auténtico mazazo para su padre. Sage Stallone, que se dedicaba a la producción y a la dirección de películas y que había debutado junto a su padre en 1990 en "Rocky V", dando vida a Robert, el hijo de Rocky Balboa, fue hallado muerto en su apartamento de Hollywood. Los estudios forenses concluyeron que el fallecimiento fue por un ataque al corazón y que no consumía drogas. Pero Sage era un fumador compulsivo de carácter complejo que vivía como un ermitaño, y, según afirmaron fuentes cercanas a la investigación, en el momento de su muerte se encontraron en su casa más de sesenta latas de cerveza vacías y varios botes de pastillas.

Si hay una muerte realmente traumática entre todas las acaecidas entre los hijos de los famosos, ésa es sin duda la del pequeño hijo del músico Eric Clapton, que con sólo 4 años falleció al caer desde la ventana de un apartamento de Nueva York. Su padre estuvo durante años cantándole a su hijo y tardó mucho en superar este drama. Tuvo que pasar más de una década para que el cantante decidiese apartar de su repertorio las piezas que había compuesto en homenaje a su hijo. Clapton decidió seguir viviendo.

La hija del boxeador Mike Tyson tenía sólo 4 años cuando la mala suerte acabó con su vida. La pequeña jugaba con su hermano en un gimnasio que su padre tenía en casa y terminó estrangulada con una cuerda de uno de los aparatos deportivos. Nada se pudo hacer para reanimarla. Sin duda, éste es uno de los golpes más duros que ha recibido su padre, que se volcó entonces en su otro hijo para poder sobrellevar la pérdida.

La hija de Marlon Brando se suicidó en el año 1996 en Tahití. Fue un golpe brutal para el actor, que encima ya llevaba mucho tiempo ayudando a otro de sus hijos, Christian, condenado a diez años de cárcel por matar a tiros al novio de su hermana en su propia mansión. Un entramado de desgracias que persiguieron al actor durante toda su vida. Christian murió en 2008, cuatro años después que su padre.

A uno de los hombres más comediantes del cine de todos los tiempos, Gérard Depardieu, también le tocó sobreponerse a la muerte de un hijo. Guillaume, de 37 años, falleció a causa de una neumonía después de haber estado hospitalizado durante varios días. Nadie pensaba que Guillaume no se sobrepondría de una dolencia que no parecía grave, pero finalmente su estado empeoró y su vida se apagó. Padre e hijo estaban unidos porque los dos tenían la misma profesión y un humor y un temperamento, en ocasiones violento, que les hacía más cómplices si cabe. Los más cercanos a Gerard aseguran que desde la muerte de su hijo el actor nunca ha logrado volver a ser el mismo.

Bill Cosby ocupa ahora las portadas de medio mundo, tras ser acusado de abusos sexuales a treinta y cinco mujeres. Pero el nombre del actor también figura en la lista de padres golpeados por la muerte de sus vástagos. Cosby sufrió la pérdida de un hijo, que murió a balazos en una carretera de Los Ángeles, después de haber sido víctima de un atraco. El popular personaje televisivo siempre recordó a su hijo con cariño y aseguró que para él era todo un héroe por su valor al enfrentarse a los que después de robarle acabaron con su vida disparándole a quemarropa.

Andre Young, hijo del rapero Dr. Dre, que es uno de los productores más afamados en Estados Unidos y que trabaja para estrellas como Eminem, también murió en el año 2008 víctima de una sobredosis.

Estas historias con final dramático parecen repetirse a lo largo de la historia y no terminar nunca, y es que las muertes dramáticas no entienden de clases sociales ni de fama. La hija de Whitney Houston cierra por el momento esta trágica lista negra en la que ninguna persona querría ver escrito el nombre y los apellidos de alguno de sus hijos o hijas.