Además de la revisión de series del pasado, en los últimos años también se han producido casos de series que han dado el salto a la gran pantalla con los mismos protagonistas con los que triunfaron en la televisión. Expediente X o Sexo en Nueva York son dos casos evidentes, aunque quizás el más paradigmático sea el de Firefly. La serie, creada por Joss Whedon, se emitió en 2002. Los bajos índices de audiencia llevaron a su cancelación cuando apenas se habían grabado 14 capítulos, de los que sólo se habían emitido 10. La furibunda reacción de los fans y el empeño de Whedon propiciaron que tres años después se estrenase Serenity, película que continúa la línea argumental de la serie. Un tránsito similar al que ansían los numerosos fans de la añorada Friends, que periódicamente centra rumores sobre una película-reunión.