Las alfombras persas, las más preciadas y reconocidas artesanías de Irán, están listas para poder "volar" de nuevo rumbo a Occidente para retomar un negocio millonario del que dependen miles de artesanos que fue muy afectado por las sanciones económicas internacionales impuestas sobre el país.

La industria del tejido a mano de alfombras, que sigue una tradición histórica de más de 3.000 años, aguarda con impaciencia el fin de trabas a su exportación al mercado de EE UU y también la reanudación de los lazos bancarios con el resto del mundo al calor del acuerdo sobre el programa nuclear de la República Islámica que abrirá de nuevo el país al comercio mundial. Las alfombras persas tienen una consideración casi mística en el mercado internacional de bienes de lujo y atesoran un alto valor por su calidad, su diseño y elaboración artesanal, así como por su papel como transmisor de valores culturales y artísticos.