El emblemático Big Ben ha estado dando las campanadas con seis segundos de retraso durante los últimos quince días, admitió Ian Westworth, relojero del Parlamento británico. El monumento de Londres, que ya cuenta con 156 años de antigüedad, se ajusta mediante la adición y eliminación de las monedas de su péndulo, que determinan la velocidad a la que se balancea. Los mecánicos descubrieron el retraso el pasado fin de semana, y lo han arreglado de forma gradual.