El guitarrista de los "Rolling Stones" Keith Richards quiere que, después de su muerte, sus dos hijas, Theodora y Alexandra, aspiren unas líneas de sus cenizas. Richards, de 71 años, confesó en 2007 haber hecho lo mismo con las cenizas de su padre, mezcladas con cocaína. "Es una tradición familiar", afirma, sin aclarar si habla en broma o en serio.