A pesar de su carácter liberal, Hollywood sigue siendo una industria donde salir del armario no está exento de riesgos, al menos para la comunidad de actores que aún hoy se expone a que su vida privada condicione, en alguna medida, el futuro de su carrera.

Recientemente, Matt Damon comentaba en una entrevista para el diario británico "The Guardian" lo inconveniente que resultaba en su gremio hablar en público sobre las preferencias sexuales de cada uno. Para el protagonista de la saga "Bourne", cuanto menos sepa el espectador, mejor.

"Ya seas heterosexual o gay, la gente no debería saber nada de tu sexualidad porque ése es uno de los misterios que deberías poder interpretar", dijo Damon, quien en 2013 hizo de pareja homosexual de Michael Douglas en el éxito de HBO "Detrás del candelabro" y es conocido por sus opiniones de izquierdas.

Damon fue muy criticado por sus palabras, que se entendieron como retrógradas, y él las justificó en términos de eficacia profesional. "Alguien dijo que yo dije que los actores homosexuales deberían volver al armario. Es doloroso que se afirmen cosas en las que uno no cree", explicó Damon el lunes en el programa de Ellen DeGeneres, famosa presentadora lesbiana pareja de la actriz Portia de Rossi.

Más allá de lo acertados o desacertados que fueran sus comentarios, éstos constataron una realidad existente en una industria que, desde su creación, se ha mostrado incómoda con la homosexualidad de sus estrellas desde los tiempos de Rock Hudson, Montgomery Clift o Anthony Perkins. Hoy, muchos han decidido salir del armario en público en los últimos años para contribuir a la aceptación social. Jodie Foster, Zachary Quinto, Neil Patrick Harris, Jim Parsons, Wentworth Miller, Matt Bomer, Ellen Page, T. R. Knight y Luke Evans son algunos de los que han hablado abiertamente.

Antes que ellos, lo hicieron Ian McKellen y George Takei, entre otros, así como Richard Chamberlain, quien dejó constancia de eso en unas memorias que publicó en 2003. Siete años después aseguró que "no le recomendaría" a un hombre con aspiraciones de papeles protagonistas en Hollywood que saliera del armario. "Hay aún una tremenda cantidad de homofobia en nuestra cultura", afirmó Chamberlain.

En esa misma línea se ha expresado el actor Rupert Everett, quien, a diferencia de Chamberlain, reveló su homosexualidad cuando su carrera estaba despegando, en la década de 1990, y vio cómo las ofertas para hacer papeles principales desaparecían.

"Fue un asunto enorme durante toda mi carrera", insistió Everett en una entrevista en 2014 en la que admitió que, "hasta cierto punto", se había saboteado su propia carrera. "Es difícil argumentar que (Everett) no se vio afectado por salir del armario", dijo Damon. Un signo de que los tiempos están cambiando también en Hollywood es la carrera de Luke Evans. El actor galés, que ha sido pareja del modelo español Jon Kortajarena, acumula papeles de acción propios de macho alfa desde "El Hobbit" a "Drácula, la leyenda jamás contada", y próximamente se le verá combatiendo a criminales de guerra en "SAS: Red Notice".