La montañera asturiana Rosa Fernández fue una de las cinco mujeres que superaron recientemente un cáncer de mama y que acaban de alcanzar la cima del Kilimanjaro, en un ejemplo de superación con el que pretenden demostrar que siempre hay que luchar, que la curación es posible y que el deporte ofrece beneficios físicos y mentales en esta tarea. Feliz por haberlo conseguido, Rosa Fernández comentó a LA NUEVA ESPAÑA que la ascensión no fue difícil técnicamente, pero que tuvieron que enfrentarse a la altura con todo lo que supone de dolores de cabeza, náuseas y otras dolencias habituales. A punto de embarcar en el avión que la traía de regreso a Asturias, se declaró satisfecha por "haber conseguido el reto. Fue muy, muy emocionante ver que llegamos las cinco porque había alguna compañera que tenía el tratamiento aún reciente y le supuso mayor esfuerzo".

Para ella, lo principal es hacer llegar a las mujeres el mensaje de que se puede luchar contra el cáncer de mama. "Después del cáncer hay vida e ilusión y hemos demostrado que somos unas campeonas", dijo. Junto a la asturiana coronaron la cumbre Carmen González-Meneses, Eva García, María Barrabés y Araceli Oubiña. Las cinco llegaron ayer a Madrid tras una aventura que comenzó el pasado 20 de septiembre, cuando emprendieron el viaje, que alcanzó su momento cumbre el pasado martes, cuando coronaron los casi 6.000 metros de la montaña más alta de África, en Tanzania.

Carmen, Eva, Rosa, María y Araceli manifestaron, emocionadas, al llegar a Barajas, donde les esperaban los medios de comunicación, que esta experiencia supuso para ellas un grito de esperanza para quienes luchan contra el cáncer de mama, porque "todo aquello que se intenta se puede conseguir". La portavoz del grupo, Carmen González-Meneses, dijo estar muy contenta porque "este reto consistía en que las cinco, juntas, llegásemos a la cima y lo hemos conseguido".

Eva García, "pletórica y llena de felicidad", describió los primeros ocho días de la expedición como de aclimatación porque se encontraron todas "bastante bien", aunque el día del ascenso fue "bastante complicado". "Fue muy duro, pero ver que hemos llegado todas es algo increíble", comentaron. La preparación física que tuvieron antes del viaje dio sus frutos, aunque en algún momento lo pasaron mal.