La primera muestra dedicada a la faceta de Goya como retratista revela la mirada profunda e incisiva del pintor español, que logró captar con sutileza la esencia de sus modelos, de reyes a familiares, sin restarles empaque y dignidad. "Goya: los retratos", que abre entre hoy y el 10 de enero en la National Gallery de Londres, reúne unos 70 de los 150 retratos que se conservan del aragonés, entre ellos el del asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos. En su larga carrera, Goya documentó "con visión mordaz" los cambios de la sociedad española, según señaló el director de la galería, Gabriele Finaldi.

Un pequeño autorretrato de Francisco de Goya y Lucientes a los 34 años inaugura el amplio recorrido por siete salas, que concluye precisamente con el último cuadro que pintó, en 1827, un retrato de su adorado nieto Mariano Goya y Goicoechea. Una de las estrellas indiscutibles de la muestra es "La duquesa de Alba" (1797), donde aparece la exuberante aristócrata española vestida con traje típico y mantilla negros.