Penélope Cruz se lanza de nuevo tras las cámaras por un proyecto solidario, tan duro como "potente a nivel personal", afirma, que le llevará por primera vez a la dirección de un documental, en este caso sobre la leucemia, donde los protagonistas serán niños enfermos, sus familias y sus médicos.

Nada que ver con sus anteriores trabajos de dirección, dos cortos realizados para la marca de lencería Agent Provocateur, donde los actores eran modelos de cuerpos esculturales.

"No me asusta (trabajar con niños enfermos), sé que me moverá muchas cosas por dentro, pero la atención siempre estará puesta en el otro, en personas que están pasando por algo muy gordo. Nunca podría enfrentarme a esto preocupada por lo que me pueda afectar a mí", aclara.

"Y si me afecta", añade, "pues bienvenido sea, porque todavía me motivará más para hacer cosas así". Lo dice esta trabajadora, madre de dos niños pequeños, que apenas ha tenido un día de descanso desde hace meses. "Si no fuera algo así, no lo haría", asegura, y de inmediato confiesa: "Sé que cuando esté con estos niños, luego no los voy a querer soltar. Más con un tema así: se me avecina un viaje muy fuerte, muy potente para mí a nivel personal".

Cruz se rodeará de un equipo reducido de profesionales porque su idea es "entrar en las casas de estas personas y crear un ambiente muy, muy tranquilo para sean ellos los que cuenten lo que viven, lo que sienten. Será algo muy sencillo".