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La fama no asegura el negocio

Blake Lively fracasa en su aventura empresarial, al igual que Natalie Portman, los Bardem, Jennifer Lopez y las Kardashian

La fama no asegura el negocio

Blake Lively no es la primera famosa que fracasa en su aventura empresarial. Ni la última. La actriz cerró "Preserve", la web de estilo de vida que había abierto hace un año. "Tenemos un equipo de gente increíble que hace un trabajo precioso, pero lanzamos la web antes de estar lista y nunca alcanzó su misión original", confesó. Y es que muchos han sido los famosos que, como Lively, han puesto sus ilusiones, dinero y energía en echar a andar empresas que, a pesar de estar avaladas por la fama de sus creadores, han terminado por fracasar. La lista de emprendedores "vip" que han tenido que echar el cierre a sus negocios es muy larga, eso sí, ellos han podido recomponer sus fianzas sin problemas, ya que tienen la suerte de tener otra profesión que es la que les engrosa las cuentas corrientes.

La actriz Natalie Portman siempre ha sido una gran defensora de los derechos de los animales y no quiere saber nada de usar ropa que esté hecha a partir de fibras animales o pieles. Por eso, en su luchar por defender sus ideas en el año 2008 sacó al mercado una línea de zapatos "veganos". Para ello la actriz estuvo apoyada por un diseñador, pero, a pesar de los esfuerzos y buenas intenciones de Portman, su proyecto fue un auténtico fracaso y no cuajó en la sociedad. Ni un año le duró el proyecto a la actriz, que de momento no ha querido enfrascarse en más ideas empresariales.

Britney Spears sabía que era una chica con filón mediático y con tan sólo 21 años decidió montar su propio restaurante. Pero poco le duró a la chica el negocio, ya que los clientes criticaron duramente tanto el servicio como los platos que se servían en Nyla. Britney tuvo que cerrar las puertas de su local a los seis meses de abrirlo.

Seguro que los famosos piensan que montar su propio negocio es mucho más fácil cuando hay miles o millones de fans que te siguen, pero algunos han sido más temerosos y aunque tuvieron la idea en mente ni siquiera llegaron a materializarla, probablemente el fracaso de otras "celebrities" les hizo replantearse su idea. Así, Michelle Rodríguez nunca llegó a lanzar su propia línea de ropa, que sí que tenía nombre, Ishkadada, pero que jamás llegó a las tiendas.

Y es que en el mundo de los famosos las ideas han sido de todas, ahí están las hermanas Kardashian, que crearon su propia tarjeta de crédito, denominada, cómo no, Kardashian Kard. Pero nadie quería hacer uso de ella, porque había que pagar muchos cargos para pagar con ella, así que tuvieron que retirarla.

Parece que todo lo que toca Jennifer Lopez se convierte en oro, pero no. Ella es otra de las famosas que quiso probar suerte en el mundo de la restauración y abrió en California un restaurante llamado Madre's. El local estuvo abierto muy poco tiempo ya que los clientes directamente no entraban y Lopez no encontró la forma de remontar su negocio y tuvo que echar el cierre.

Donald Trump también sabe lo que es fracasar en los negocios y no sólo en uno, pero el que más quebraderos de cabeza le ha traído fue sin duda cuando en el año 2006 tuvo la ocurrencia de lanzar un vodka bautizado con su apellido. Creía él que iba ser un bombazo y que no iba a quedar estadounidense que no se tomase un copazo a su salud pidiendo su vodka, pero la cosa no cuajó y lejos de convertirse en una de las bebidas más demandas acabó por almacenarse en las partes de atrás de los bares y restaurantes porque nadie la quería.

Mira que Nicky Hilton sabía de hoteles, ya que ella se crió en una familia donde los millones se amasan gracias al imperio hotelero que lleva este apellido, así que ella también quiso probar suerte y abrió su propio resort de nada menos que noventa y cuatro habitaciones en Miami. El nombre era Nicky-O, pero no hubo forma de conseguir que la gente se hospedase en él, así que no quedó otro remedio que cerrar sus puertas, ya que se declaró en bancarrota.

Las aventuras empresariales también le salieron muy caras a Lolita Flores, que acabó agobiada por las deudas y con su casa embargada después de que fracasase su proyecto empresarial, cuando puso en marcha su empresa de ropa. La cantante llegó a decir que sentía que había tirado por la borda treinta y siete años de trabajo porque había perdido todo lo que tenía al invertir en su aventura empresarial. Eso sí, la Flores ha aprendido la lección y dice que ni se le pasa por la cabeza volver a meterse en estos berenjenales. Tampoco a la familia Bardem le fueron bien las cosas con su La Bardemcilla, restaurante ubicado en el madrileño barrio de Chueca que cerró dejando a once personas en el paro.

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