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Pedro, el duque que no será infante

El heredero del ducado de Calabria, de 47 años, es ingeniero de montes, tiene siete hijos y mantiene una buena amistad con el Rey Felipe VI

Pedro de Borbón-Dos Sicilias de Orleans, en las exequias por su padre, seguido de su hermana Cristina y otros familiares.

Pedro Borbón-Dos Sicilias y Orleans, actual duque de Noto y primogénito de los cinco hijos de Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria, fallecido el pasado lunes, heredará los títulos de su padre, entre ellos el condado de Caserta, aunque no será infante de España, dignidad que el Rey Juan Carlos concedió a su primo hermano por línea materna, al que profesaba un gran cariño.

La muerte de Carlos aleja a los Calabria de la línea de sucesión al trono español, donde el difunto ocupaba el undécimo lugar, tras Irene Urdangarín, por su condición de infante "de gracia". Títulos no le faltarán a Pedro María Alejo Saturnino de todos los Santos Borbón-Dos Sicilias y Orleans, de 47 años, padre de siete hijos, también príncipe de las Dos Sicilias por nacimiento, al igual que sus cuatro hermanas. A una de ellas, Victoria, casada con un empresario griego, se la consideró hace años una de las candidatas ideales para ceñir un día la corona de España.

Pedro nació en Madrid el 16 de octubre de 1968, el mismo año que su buen amigo Felipe VI. Los dos compartieron muchos juegos en la infancia, igual que el rey emérito y el infante difunto, miembro del selecto grupo de niños escogidos por Franco para estudiar con Juan Carlos de Borbón en la finca "Las Jarillas" cuando llegó a España desde Portugal.

En la práctica, el príncipe Pedro representaba a su padre en numerosos actos, desde que éste sufrió un ictus en enero de 2012. Las relaciones entre ambos no siempre fueron tan buenas. El primogénito tuvo que esperar varios años para casarse con Sofía Landaluce y Melgarejo, bisnieta del duque de San Fernando de Quiroga, descendiente de nobles pero sin sangre real, con la que tuvo a Jaime, su primer hijo y duque de Capua desde 2013, por deseo de su abuelo, sin haber pasado por el altar.

El infante, depositario del legado dinástico de los Borbones de Nápoles defendía las normas sucesorias de la Casa de las Dos Sicilias. Al final, no le quedó más remedio que ceder. Pedro ganó una dura batalla en la que tuvo el apoyo de su madre, la princesa Ana de Francia, de la rama de los Orleans que disputan los derechos al trono galo a Luis Alfonso de Borbón, el otro primo en discordia, candidato de los legitimistas. Juan, de 12 años, (diez menos que su hermano mayor, Jaime); Pablo, de 11; Pedro, de 8; Sofía, de 7; Blanca, de 4, y María, nacida el pasado 21 de abril, conforman el resto de la extensa familia, que reside en una casa-palacio en Ciudad Real, en cuya puerta de entrada luce el escudo de Maestre de las Órdenes de Caballería del desaparecido Reino de las Dos Sicilias.

El nuevo jefe de la casa de las Dos Sicilias también será soberano de la Orden Constantiniana de San Jorge, fundada en 1190 por el emperador de Constantinopla, de cuya rama hispano-napolitana era gran maestre el infante, que permanecerá 25 años en el pudridero y luego será enterrado en el Panteón de Infantes de El Escorial.

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