El periodista jiennense Agustín López-Raya recibió como un mazazo el diagnóstico de insuficiencia renal crónica que ha superado gracias al trasplante de un riñón que le ha donado su hermana Encarna, una experiencia que ha trasladado a la novela "El atardecer sin mí" con la idea de ayudar a otros enfermos.

"Comencé a escribir la historia por recomendación de la psicóloga, eso me permitió extraer los miedos y frustraciones que fui acumulando durante la enfermedad; he tratado de mostrar en la novela cómo expresar el dolor interior y el desaliento ayuda a sanar y aporta tranquilidad. Novelar la experiencia me ha dotado de una especial sensibilidad para ayudar a los demás", dice.