"La vida es demasiado corta para llevar pajaritas aburridas" escribieron hace unos meses Luzía Pérez y Natalia Moledo en el perfil de Facebook de su recién creada firma de moda MandaRita. La frase iba acompañada de un buen puñado de fotografías de divertidas pajaritas (PajaRitas, según su grafía) dispuestas a poner color a cualquier evento. El mensaje parece que caló hondo, porque estas dos amigas, apasionadas de la moda, se han pasado medio verano respondiendo encargos.
"Lo de las pajaritas fue increíble. Al principio hicimos una colección de diez estampados y se vendieron casi todas", explica Pérez. Sus particulares creaciones -con acabado recto y también en pico- están triunfando en las bodas. Este verano fue rara la celebración de la comarca donde no se luciese alguna. "Hay gente que quiere ir a juego con su pareja y encontrar la pajarita adecuada cuesta, así que nosotros nos encargamos de buscar la tela y confeccionarla", precisan. Parejas combinadas, padres que quieren ir a juego con sus hijos pequeños e incluso un complemento para la mascota de la casa. No en vano, muchas de las peticiones recibidas han ido a parar a cuellos de perros y gatos, y hasta un cerdo ha probado la prenda para sorprender a unos novios como regalo de boda.
Son muchos los encargos recibidos de la zona del occidente y de la mariña lucense, de donde son estas jóvenes diseñadoras, pero sus trabajos también han lucido en eventos de medio país desde Cataluña a Andalucía. Desde luego, las pajaritas les están sirviendo para darse a conocer y mostrar su proyecto.
Hace una década que Luzía, natural de Tapia, y Natalia, vecina de la localidad lucense de Ribadeo, se conocen. Estudiaron juntas Patronaje y Confección en Oviedo y después Diseño de Moda en La Coruña, pero no fue hasta este año cuando decidieron dar el salto y crear su propia marca de ropa, tras varios años trabajando en el sector de la moda y cansadas de no encontrar lo que buscaban.
Tenían muy claro lo que querían hacer y por eso apostaron por una línea "juvenil y moderna". Diseñan, eligen tejidos y preparan cada prenda, que luego envían a confeccionar a un taller de Orense. De vuelta a sus manos y ya en su oficina de Ribadeo, se encargan de los últimos detalles como coser las etiquetas con su firma.
Las pajaritas sirvieron para abrir boca y después llegó una colección de camisetas y sudaderas. Ahora cuentan los días para presentar su primera colección completa con prendas para el invierno. Son conscientes de que los inicios son difíciles y hay que trabajar "con esfuerzo y dedicación" para conseguir su sueño, sin embargo están muy contentas con la respuesta de los clientes. "La gente cercana nos apoya muchísimo y nos ayuda en lo que puede", explican estas dos jóvenes que de momento no tienen tienda física y están dando los últimos retoques a una página web que facilitará las compras online.
Sueñan con que un día MandaRita -nombre que decidieron en una merienda a base de mandarinas- pueda ser una marca consolidada, poder vivir de ella y tener varios puntos de venta. De momento, caminan paso a paso decididas a abrirse camino en el mundo de la moda.
