Maureen O'Hara, la pelirroja más famosa de Hollywood, que fuera actriz fetiche del director John Ford y protagonista de algunos de sus mejores westerns, cerró sus inolvidables ojos verdes a los 95 años, rodeada de su familia, en su casa de Boise (Idaho).

Nacida como Maureen FitzSimons en Renelagh, suburbio de Dublín, el 17 de agosto de 1920, contaba en su haber con 55 películas a lo largo de casi sesenta años de trayectoria, que se vieron homenajeados en 2014 con la entrega del "Oscar" honorífico de la Academia de Hollywood.

Creció en una familia de artistas, ya que su madre fue contralto y su padre cantante y actor, y a los 14 años fue admitida en la escuela de Arte Dramático del Abbey Theatre de Dublín, aunque antes había acudido a la Burke's Academy dublinesa.

Tras debutar a los 15 años en el teatro se trasladó Londres. Después de realizar una prueba, fue contratada por el actor Charles Laughton, quien en aquella época era uno de los directivos de la productora Mayflowers Pictures.

Su primer papel en la gran pantalla llegó en 1939, cuando rodó junto a Laughton "Posada en Jamaica", bajo la dirección del maestro del suspense Alfred Hitchcock. Ese año se trasladó a Estados Unidos junto a Laughton, con quien compartió elenco en "Esmeralda la zíngara", adaptación cinematográfica de la novela de Víctor Hugo "El jorobado de Notre Dame". Esta película lanzó al estrellato a la bella pelirroja, por lo que fue contratada por la productora estadounidense RKO, que la ligaría a Hollywood durante años. Un año importante en su carrera fue 1941, cuando rodó por primera vez bajo la dirección de John Ford, que a partir de ahí la convertiría en su actriz fetiche. La película en cuestión: "Qué verde era mi valle". John Wayne se convirtió en su pareja cinematográfica en cinco filmes y fue su amigo más allá del celuloide. Con Ford y Wayne rodó "Río Grande", "El hombre tranquilo" o "Escrito bajo el sol", entre otras muchas joyas, antes y después de esa década.