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HÉCTOR BRAGA | Músico, autor de "La fonda de Lola", álbum del que edita los videoclips en Navidades

"El disco recoge el universo de Asturias, pero con maridajes"

"Fue emocionante fusionar con flamenco o con sonidos latinos; al final sólo existe la música bien o mal tocada"

Héctor Braga; en el recuadro, la portada del álbum.

Javier BLANCO

Héctor Braga es multiinstrumentista, cantante de tonada y colaborador en múltiples formaciones ya sea de rock, pop o tradicional. Este aire de fusión queda plasmado en el disco que editó este verano, "La Fonda de Lola", y que retoma estreno ya que en Navidades salen los videoclips, que dirige Pablo Casanueva. En esta entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, Braga, que también participará en abril en el Festival Internacional de Arpa de Zagreb, explica cómo elaboró un álbum en el que cuenta con 50 músicos de todos los géneros, entre ellos la Orquesta de Cámara de Siero, Kepa Junkera, Luis Delgado o la Banda de Gaitas "Picos de Europa".

-¿Hay alguna historia especial ligada al título del disco?

-"La fonda de Lola" es una canción que compuse en 2011. Fue un éxito inmediato. La estrené en la plaza Mayor de Gijón, dentro del "Poema sinfónico" que compuso Eduardo García Salueña para la Banda "Noega". Fue la pieza más aplaudida por el público y, desde entonces, no he dejado de cantarla. Esta habanera cuenta la historia de un emigrante que vuelve de las Américas sin dinero, pero hablando maravillas de las mujeres latinas... Igual que el protagonista de la canción, el disco hace un viaje musical desde el típico sonido asturiano hacia otros estilos, de ahí que me decidiese por llamarlo "La fonda de Lola".

-Dice que el disco marca un antes y un después de su carrera, ¿tiene que ver con la fusión que hace?

-Tiene que ver con muchas cosas. La fusión asturiana con otros estilos (latinoamericanos, flamencos, clásicos...) hace de este álbum un auténtico tesoro que recoge lo mejor de Asturias y su universo sonoro, pero proponiendo nuevos maridajes.

-¿Y resultan esos maridajes?

-Al oírlo sientes que nuestra música popular es como nosotros mismos: genuina y universal.

-¿Hay experiencias de sus directos?

-El disco también es un punto de inflexión porque en estos años de viajes y conciertos mi carrera artística ha evolucionado muchísimo. Empecé haciendo grabaciones etnográficas y ahora publico cada vez más canciones propias, donde cuento historias de aquí y de allá. Además, está el asunto de la distribución digital del disco. Lo edita mi propio sello, Etnoson, y se distribuye a todo el mundo mediante plataformas como iTunes, CD Baby o Amazon.

-¿Y en CD, vinilo u otro formato clásico?

-La distribución física aún la estamos negociando con vistas a la campaña de Navidad.

-¿Es más complicado innovar desde la música de raíz?

-En la música de raíz hay quien canta canciones de toda la vida, quien pone letras nuevas a viejas melodías o simplemente quien se dedica a imitar a otros cantantes. Habrá excepciones, pero mayormente es lo que hay. Yo realmente creo que cuando escuchas "La fonda de Lola" sientes que no es una copia de nada. Recuerdo hace años, cuando gané el concurso de folclore "Ciudad de Oviedo" con una formación donde cantaba asturianadas (tradicionales y de nueva composición) y tocaba mi arpa junto a sintetizadores y computadoras. ¡La sorpresa fue mayúscula! ¡Asturianada con ordenadores! Pues claro. ¿Por qué no?

-Cincuenta músicos, ¿cómo se graba a cincuenta músicos?

-La producción fue fraguándose en diferentes fases, donde los músicos pusieron todas sus ganas y su talento. Kepa Junkera grabó en su Euskadi natal un excelente saltón asturiano con su trikititxa, y sólo tuve que añadirlo al máster. Lo mismo hicieron Luis Delgado en Urueña, y Orestes Barbachán o la OCAS (Orquesta de Cámara de Siero) en diferentes ubicaciones, como los Estudios Míler de Mieres, donde está hecha la producción y mezcla con Marco Castañón.

-¿Cómo fue el proceso para empastar en un disco flamenco, con asturianada o sonidos latinos?

-Emocionante y enriquecedor. Siempre he dicho que no hay música mala o buena. Sólo música bien o mal tocada. En primer lugar, hay que dominar muy bien lo que haces, en mi caso, canto y toco hasta cinco instrumentos. Si después te rodeas de músicos con una calidad mínima, el sonido sale sin ayudas ni artificios.

-¿Y cómo se cambia de registro de un banjo a un trikititxa o su arpa?

-No se cambia nada. Esto es un arte de incorporaciones. Lo asturiano suena a asturiano. Luego se le añaden nuevos sonidos en función de lo que interese al tema. Desde una percusión haciendo son cubano en "Desde Asturias a La Habana", un banjo y una trikititxa en el saltón de "Carromateros", una orquesta clásica junto a la bandurria asturiana de tres cuerdas y piel de cabra en "La gaita de Pachín" o las gaitas de "1808", hasta el cajón flamenco, las palmas y la guitarra en "Carretera de Avilés", o los malabarismos vocales de mi particular versión "a la asturiana" (autorizada por los dueños de los derechos) de "Mi chorro de voz".

-¿Cómo lleva el disco al directo?

-Con mi grupo, "La Bandina'l Bache". Son los mejores. También llevo bailadores, sobre todo los del grupo "Fitoria".

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