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James Bond, un espía de pasarela

El estilismo de los agentes 007 y sus chicas inspiran a diseñadores como Tom Ford y marcan tendencia en la moda

James Bond, un espía de pasarela

Hablar de James Bond y sus chicas es hablar de moda. El agente 007 se ha convertido desde su primera película, en el año 1962, en un icono de la elegancia masculina. Y en su última entrega, "Spectre", la número 24, que ha llegado a los cines este fin de semana con Daniel Craig como protagonista, sigue siendo un claro ejemplo de que el espía con licencia para matar es el mejor representante para las firmas de moda, otorgándoles un éxito comercial imposible de conseguir por otro modo.

Es el caso del modista estadounidense Tom Ford, que viste a Craig en la saga inspirada en las novelas de Ian Fleming desde 2008, con "Quantum of Solace". Tras deja la casa Gucci en 2004, en la que ocupaba la dirección creativa, Ford creó en 2006 una línea de sastrería para hombre. Y ese fue su pasaporte hacia Bond. Un salto que le ha convertido en la marca por excelencia en las alfombras rojas y los photocall de eventos más exclusivos.

Pero antes de Tom Ford y las gabardinas juveniles y los trajes perfectamente adaptados que luce Craig, hubo mucho más. El primero en meterse en la piel de 007 fue Sean Connery y su elegancia escocesa encajaba a la perfección en los trajes diseñados a medida en las sastrerías de la calle Savile Row de Londres. Fue el primero en crear tendencia al ponerse un traje azul marino, con camisa blanca, realizadas en la exquisita camisería de Londres Turnbull & Asser, y corbata negra de la misma casa. También impuso las cazadoras de piel, muchas de la firma Dunhill, y los jerséis de cashmere. Pero no solo Connery marcó tendencia. Quién no recuerda a una de las chicas Bond por excelencia, Ursula Andress, saliendo del mar con su bikini blanco roto y un cuchillo asomando de su cinturón blanco en "Dr. No".

Roger Moore, 007 entre 1973 y 1985 también apostó por la sastrería londinense, y muchas veces confió en el británico Cyril A. Castle. Nadie olvidará sus chaquetas beige llenas de bolsillos, su reloj Rolex Submarine y sus gafas Persol. Su sucesor, Pierce Brosnam, confió sus trajes al afamado sastre romano Brioni, uno de los favoritos de Hollywood. En su etapa como 007, confió su calzado a la zapatería británica Church's y sus gemelos a Dupont. Pero, su mayor cambio fue en el reloj. Después de décadas con Rolex, la firma Omega se convirtió en la oficial de James Bond. Las mujeres que acompañaron a Brosnam lucieron modelos de alta costura de Versace y Gucci, bikinis de La Perla (el inolvidable de triángulo naranja de Halle Berry); y joyas de las firmas más exclusivas.

Con Craig, el Bond actual, llegaron las bomber de cuero de Armani, las zapatillas Converse y Nike, los Levi's y el dominio de Tom Ford. Sus chicas no se quedan atrás. Se visten de firmas desconocidas, pero también con suculentos vestidos de noche con 60.000 cristales de Swarovski, como el que lució la francesa Bérénice Marlohe en "Skyfall" y con zapatos de lujo, como las botas Louboutin que luce Monica Bellucci en "Spectre". Porque si hay alguien que impone tendencia es Bond, James Bond.

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