La duquesa de Alba Cayetana Fitz-James Stuart fue ayer recordada como "una explosión de vida en toda la extensión de la palabra" por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, que fue su confesor y quien ofició el cabo de año en el primer aniversario de su fallecimiento. A la misa, celebrada en la capilla de la hermandad sevillana de Los Gitanos, asistieron tres de sus seis hijos, los mayores, Carlos, Alfonso y Fernando, así como su viudo, Alfonso Díez.