La tumba de un sacerdote del dios Amón Ra de hace unos 3.000 años salió ayer a la luz intacta en la antigua Tebas (actual Luxor) gracias a las excavaciones de una misión española, que permitirán desentrañar los misterios sobre las prácticas funerarias de la época. Se trata de "un hallazgo digno de los inicios de la arqueología", aseguró el director de la misión, Francisco Martín Valentín, tras la apertura oficial del enterramiento en la ciudad egipcia de Luxor. Las numerosas excavaciones realizadas en Tebas desde el siglo XIX hacen que cada vez sea más complicado encontrar un enterramiento intacto y es frecuente que el sarcófago esté vacío, sin la momia.

No es el caso de la tumba del sacerdote Anj ef Jonsu, escriba de las ofrendas del dios Amón Ra en el emblemático templo de Karnak, cuyo descubrimiento transportó a los expertos españoles por un tiempo a los albores de la arqueología. El sarcófago de Anj ef Jonsu se encuentra en un excelente estado de conservación y posee una rica policromía que representa escenas del sacerdote adorando a diferentes dioses como Osiris, Anubis, Nefertum o la diosa vaca Hat Hor.