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JESÚS ORDOVÁS | Periodista

"La 'movida madrileña' fue creada por gente que no era de Madrid"

"Todo el mundo ha probado de todo en el rock: marihuana, speed, ácido, anfetaminas, absenta; te cambian la perspectiva, te dan energía"

Jesús Ordovás.

Jesús Ordovás (Ferrol, 1947) se licenció en Sociología, pero fue en el periodismo donde adquiriría un papel clave al acuñar el término "la movida", como fundador de Radio 3 y director del legendario programa "Diario Pop".

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Usted también inventó 'la movida'?".

-Fui uno de los periodistas que apoyaron el germen fantástico de los grupos muy distintos que, a finales de los años setenta, surgían por todo Madrid. Había que buscarle un nombre, y en las páginas de "Disco Express" escribí que era "una gran movida". Periodísticamente, el término fue un éxito.

-La "movida" nace con la Constitución, pero caduca antes que la Carta Magna.

-En el espíritu primigenio, todos los grupos tocaban en Rockola. Íbamos a compartir experiencias, a beber, a drogarnos, a tener sexo, cosas de jóvenes. Después hubo gente que vio que allí había negocio, y por dinero desapareció el impulso inicial.

-Cuando nació, Ferrol era del Caudillo.

-Mi padre era ingeniero y construyó el puerto de Ferrol. No me considero de ninguna parte. Es la gran ventaja de la capital, una ciudad en la que todos vienen de fuera. La "movida madrileña" fue creada por gente que no era de Madrid.

-¿Asistiría antes a un concierto de Bob Dylan o de Leonard Cohen?

-Soy fan de ambos. Iría al de Dylan porque cambió el panorama del rock mucho antes, ha evolucionado con el paso del tiempo y sigue sorprendiéndonos. Cohen es prácticamente el mismo desde el primer al último disco.

-Festeja a Neil Young, otro hijo de Dylan.

-Otro hijo putativo de Dylan, como Bruce Springsteen o tantos otros. En cambio, Jakob Dylan reniega de su progenitor. Pude hacerle la única entrevista que concedió en España, y me advirtieron: "No se te ocurra hablarle de su padre".

-La tentación era demasiado fuerte.

-Venía con sus "Wallflowers". Yo había colocado un disco de su padre donde aparecía la canción "Wallflower". Lo agarró y lo tiró al suelo. "No, nada que ver", dijo con muy mala leche. La continuidad es lo que más molesta al hijo. Curioso, porque hace lo mismo que su padre.

-En la intimidad no tiene usted voz de radio.

-En la radio impostas un poco la voz, el micrófono también te la cambia. Adoptas otra actitud, también influye si hablas para el infinito o mantienes una conversación.

-Fue el gran protector del pop español.

-Claro, cuando llegué a Madrid vivía encima del local donde tocaban los "Burning", y no me dejaban dormir. Bajé y los apoyé, también fui el primero con Loquillo y "Siniestro Total".

-¿La "movida" fue nuestro Mayo del 68 con el inevitable retraso?

-Vamos a ver. Fue una explosión, sí. Fue algo revolucionario, cultural, pero no políticamente. Recurrían a provocaciones de derechas, como el bigote hitleriano de "Glutamato".

-¿Hay alguna droga que no sintonice con el rock?

-Todo el mundo ha probado de todo en el rock. Marihuana, speed, ácido, anfetaminas, absenta. Te cambian la perspectiva, te dan energía, es la historia de la humanidad.

-¿Si ocurre algo en la cultura española no lo verás en TVE?

-Exacto. Es lamentable que tanto TVE como RNE estén en el peor momento de toda su trayectoria, nada que ver con los primeros ochenta, cuando podíamos hacer cualquier barbaridad. Hoy está todo muy controlado por el PP, que son herederos del franquismo. Hemos pasado de bien a peor.

-¿Vaticinó el hundimiento de la industria del disco?

-No, fue una sorpresa para todos, incluso para las compañías discográficas. Se suicidaron sin darse cuenta al crear el CD, por el que no tiene sentido pagar veinte euros dada la facilidad de reproducirlo.

-La cacareada explosión de creatividad de las redes sociales no ha cuajado.

-Hay miles de bandas haciendo canciones. Si un grupo despuntaba en los sesenta, contaba con una audiencia deseosa de escuchar algo nuevo. Ahora hay tantas cosas que te sientes apabullado. Piensas, "de todo esto, qué es lo realmente importante". Tenemos más creatividad que nunca.

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