Ser homosexual en un país donde está prohibido implica llevar una vida clandestina y solitaria. En este contexto, unir a la comunidad LGBT ha supuesto el "mayor logro", dijo a "Efe" la activista ugandesa Kasha Nabagesera, que ayer recibió el Nobel Alternativo de la Fundación Right Livelihood Award. Contable de profesión, Nabagesera nunca escondió una orientación sexual que casi le costó la expulsión de la Universidad en 2002.