Días atrás fue el grupo "U2" el que tuvo un recuerdo emotivo con las víctimas del atentado de París. Madonna no fue menos y no sólo dejó su energía en el escenario del AccorHotels Arena (estadio Bercy) parisino, sino que se plantó en la plaza de la República, donde hay un santuario de flores y objetos en memoria de los fallecidos en los ataques de los atentados. Hizo algo que no es fácil para las estrellas (debido a los millones de fieles que les siguen): ponerse a cantar en plena calle, compartiendo el dolor con la gente que observaba y participaba de ese momento de emoción.

Emociones que venían de hace unos cuantos días con el grupo de Bono, pero más que por la banda irlandesa por la presencia en el escenario de la formación que tocaba en la sala Bataclan en el momento del ataque de los terroristas, "Eagles of Death Metal". Junto a Bono cantaron el siempre celebrado "People have the power", la pieza de Patti Smith, que si no lo dice todo, dice mucho ("El poder de soñar, de gobernar, de arrancar el mundo a los idiotas..."). Luego visitaron el lugar del drama, con dolor y lágrimas, frente a coronas, velas y ramos.

Madonna se sumó a esa solidaridad con canciones en la calle, a la vieja usanza. Tocando al lado de la gente, con el poderío del pueblo a su lado. Cantó "Ghosttown" e "Imagine", de John Lennon. También "Like a Prayer". Colgó fotos en su cuenta de Twitter y un mensaje donde venía a decir que la noche había sido mágica en París. Además, se acompañó de uno de sus músicos y de su hijo David.

A Madonna le coincidió el drama parisino con el concierto en Turín de esta gira, "The Rebel Heart Tour", donde las medidas de seguridad aumentaron. En París, en el escenario del AccorHotels Arena, se cantó "La Marsellesa", con la compañía del diseñador Jean Paul Gaultier. En fin, que momentos como éstos animan y dan esperanza, al menos durante unas canciones. Fue el gesto de la "soberana del pop" desde hace décadas.