La directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, destacó "la efervescencia intelectual, cultural y política" que vivía la universidad española en la última década del franquismo, hasta el punto de que, en cierto sentido, resultaba "un oasis en medio de la dictadura". Varios de los profesores de aquella época "contribuyeron de forma sorprendente" a crear una atmósfera de tolerancia y debate, de rigor y libertad responsable que contrastaba con la pacatería y represión" del régimen franquista, afirmó.