El Hospital Regional de Málaga ha realizado por primera vez en Europa una intervención para extirpar un tumor en la que se ha realizado un mapa de la corteza cerebral del lenguaje musical a un intérprete de 27 años, despierto y que tocó el saxofón durante la operación para evitar secuelas.

La intervención tuvo lugar el pasado 15 de octubre y se prolongó doce horas, en las que el paciente, Carlos Aguilera, ayudó al equipo médico a identificar las áreas relacionadas con el lenguaje contando números, leyendo frases e interpretando fragmentos de algunas piezas musicales.

Para ello, tan solo se le administró sedación y analgésicos durante la operación, con el fin de que estuviera despierto y se pudiera realizar la estimulación eléctrica del córtex, el manto de tejido nervioso que cubre la superficie del cerebro.

"Hace dos meses que estaba tirado en una camilla y ahora puedo decir que la vida me espera como si hubiera vuelto a nacer", dijo ayer Aguilera en una rueda de prensa en la que ha tocado tres melodías con el saxofón, su instrumento de trabajo en una orquesta y que empezó a tocar a los 9 años.

Pese a la complejidad de la operación quirúrgica, el joven ha afirmado que durante la misma se sentía "como si estuviera tirado en la playa", por lo que no se imaginaba nada de lo que después ha visto en el vídeo de la intervención.

Para Aguilera, poder continuar tocando era muy importante, pues trabaja desde hace siete años en una orquesta de baile y también es becario en la banda municipal de música, aunque aún no se ha reincorporado.

"La música es lo que me lleva acompañando más de media vida, por lo que cuando los médicos me dijeron que se podía hacer eso, no lo pensé dos veces", reconoció el joven, que comparaba los primeros síntomas de la enfermedad con un mareo.

En los músicos profesionales, el hemisferio cerebral izquierdo tiene una mayor implicación en la comprensión y ejecución del lenguaje musical, zona donde también se localiza el área motora, sensitiva y del lenguaje, y donde también estaba la masa tumoral.

Desde que se le diagnosticó el tumor cerebral hasta la operación en la que se le extirpó, transcurrió aproximadamente un mes, y después de pasar por quirófano, el paciente recibió el alta médica tras permanecer dos semanas hospitalizado.

El neurocirujano Guillermo Ibáñez, que participó en la operación junto a otros quince profesionales sanitarios, explicó que "hay áreas, como la del lenguaje, que no se pueden monitorizar de otra manera, sin estar despierto". De esta manera, para identificar la parte motora del lenguaje, el paciente fue contando números, y en el momento en el que se le estimulaba esa zona con unos electrodos, se bloqueaba. Posteriormente, Aguilera leyó frases y describió algunas láminas para que el equipo médico identificara las áreas que sirven para entender el lenguaje, y después interpretó fragmentos de algunas piezas musicales mientras le estimulaban constantemente la zona del córtex auditivo primario.

El equipo médico localizaba así las áreas afectadas en el lenguaje musical cuando el paciente perdía la referencia auditiva y no podía seguir tocando.

"En la fase final de la cirugía, fue muy importante que tocara, porque ya estábamos muy pegados a la parte del cerebro de la corteza auditiva", ha señalado el neurocirujano.