Joaquín Sabina lleva meses sin escribir "un solo verso de canción", pero dibujando, y sus pinturas y bocetos han terminado en un cuaderno de artista que ha titulado "Garagatos", que saldrá a la venta en febrero. Cuando los médicos "y los selfies" le echaron de los bares, el artista se recluyó en casa para dedicar su "rato favorito", después de cenar, "a tratar de escribir canciones. A veces salían y a veces no. Cuando no salían me desesperaba y, con unas copitas de más, como todavía no hacía cuadernos ni tenía óleos ni nada, me ponía a pintar: a veces las paredes, a veces las puertas".