Will Smith, el hombre de negro que fue leyenda y robot para el cine, querría tener el valor y los superpoderes que le dieron el estudio y el tesón al doctor Benet Omalu, el personaje que interpreta en su última película, "La verdad duele", y que le hicieron luchar por la verdad contra viento y marea.

"Todos queremos ser un poco así, todos anhelamos ser inteligentes como él, tener ese coraje, ese valor que a mí me demuestra que los supermán de carne y hueso existen", explicó el actor en Madrid. "La verdad duele" es, en realidad, la historia de este hombre, un doctor nigeriano de currículum impresionante, que gracias a sus conocimientos y su perseverancia demostró los daños cerebrales que causaban años de golpes en la cabeza a los jugadores de fútbol americano.

Una lucha titánica porque "estaba plantando cara a una de las corporaciones más poderosas del mundo y lo hizo consciente de las consecuencias y del precio que tendría que pagar por ello". Y ésa es, en opinión del actor, la importancia de esta película, como lo fueron en su momento "El dilema" o "Erin Brockovich", el desafío de un hombre "profundamente religioso y espiritual que cree en el poder de la verdad y que está dispuesto a contarla. Eso "es y debería ser una inspiración". "Yo lo conocí personalmente, trabajé con él y pasé tiempo con su familia y vi en él esas cualidades poderosas; yo no sé qué habría hecho en su lugar, si habría tenido esa fortaleza", admite. Esas horas pasadas con el verdadero Omalu ayudaron a Smith a transformarse en este doctor nigeriano, tanto en su forma de hablar como de moverse, un trabajo que no se ha visto reconocido por una nominación a los premios "Oscar", si bien esto sucede un año en el que ningún representante negro aparece en las quinielas de Hollywood.

"Hollywood es mi familia y para mí la familia es lo más importante que hay. Pero tenemos un problema", dijo Smith, quien, junto a su mujer, Jada, y otros miembros de la comunidad negra de Hollywood han anunciado su ausencia en la gala. "No voy contra ellos pero tenemos un problema, y hay que resolverlo internamente. No me siento dolido, no en lo personal, ni porque piense que me han quitado algo que me merecía. Para mí va mucho más allá. No podemos dejar que esta diversidad y esta belleza de lo diferente que es América se nos escape, y Hollywood tiene la responsabilidad de reflejarlo y de ser líder en la creación de contenidos diversos".