Un Sylvester Stallone más relajado e irónico encarna otra vez al famoso boxeador Rocky Balboa en su nueva película, "Creed", sobre la que asegura que "hubo mucha presión" durante el rodaje porque el público "se pensaba que iba a ser Rocky VII". Stallone, acompañado por el otro protagonista de la cinta, el joven Michael B. Jordan, deja claro que "Creed" no es una nueva entrega de la saga del luchador italo-americano, sino un "spin-off" o historia derivada de una película previa.

En esta producción se presenta la historia de Adonis (Jordan), hijo del eterno rival de Balboa y del también boxeador Apollo Creed, que decide seguir los pasos de su padre e intenta convencer al personaje de Stallone para que sea su entrenador y lo prepare para competir. El veterano actor estadounidense confiesa que cuando se conoció que Balboa volvería a la gran pantalla nueve años después tuvo que escuchar comentarios negativos.

"Todo el mundo me decía 'es una idea horrible, ¿qué estás haciendo?', porque pensaban que yo iba a estar en el ring", narra el actor que, sin terminar la frase, golpea su puño cerrado con la palma de su otra mano y estalla a reír de forma burlona. No obstante, la táctica no le ha salido mal, ya que su interpretación de un Rocky Balboa que piensa en retirarse le ha valido el primer "Globo de Oro" de toda su carrera e incluso una nominación a los premios "Oscar", reconocimiento que no conseguía desde 1977.

Con otra sonora carcajada, Stallone admite haber sentido celos de Jordan, quien domina durante toda la película el ring de boxeo, y remarca que aunque pensara que todavía podía enfrentarse a escenas de combate cuerpo a cuerpo, "en verdad no, no se puede". A pesar de ver a un Balboa duro y exigente que somete a su pupilo a intensos entrenamientos, tanto delante como detrás de las cámaras ambos actores mantienen una relación fraternal mezclada con un humor desenfadado. "Intentábamos mantener siempre el espíritu padre e hijo porque si vas a un campo de entrenamiento verás que aquello no es tan serio, porque si no tu cerebro explota", comenta Stallone.

Stallone subraya que "cuando Adonis aparece, Rocky se da cuenta de que su mundo se ha hecho muy pequeño y sólo quiere desaparecer porque ya no tiene nada por lo que vivir".

"Eso es de lo que va la película: de unirse a pesar de ser diferentes a todos los niveles", explica Stallone mientras gesticula con sus manos. Trabajar al lado del intérprete de 70 años le permitió a Jordan, de 28, escuchar sus sabios consejos a la hora de ponerse encima del ring y de tratar con la prensa. "Al principio le dije que se retirara, que estaba acabado", bromea Stallone, que prosigue mientras guiña un ojo: "Después le expliqué que cuando hiciera entrevistas lo mejor es no decir nada".

Al preguntarles sobre si el público volverá a ver a Balboa y Adonis trabajar juntos, Stallone se apresura a dejar claro su deseo mientras Jordan posa sus ojos sobre él: "Espero que sí". Fue entonces cuando, tras haber respondido el maestro, el discípulo recoge el testigo, emula el mensaje y espeta: "Eso espero yo también".