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La pequeña pantalla, un aula de grandes lecciones para políticos

Series sobre el poder como "Borgen", "El Ala Oeste de la Casa Blanca", "House of cards" o "Juego de tronos" pueden ser fuente de inspiración para la política española

La pequeña pantalla, un aula de grandes lecciones para políticos

Ahora que las cañerías de la política española están atascadas quizá los encargados de ponerlas de nuevo a punto podrían encontrar buenas ideas en las series de televisión que hacen grande la pequeña pantalla colándose en los vericuetos del escenario político. Series como la danesa Borgen (la favorita de la reina Letizia y seguida por no pocos dirigentes) o las estadounidenses El ala oeste de la Casa Blanca (un clásico escrito por el gran Aaron Sorkin), House of cards (Kevin Spacey como presidente sin escrúpulos), Political animals, Veep, Boss o, incluso, Juego de tronos, toda una enciclopedia sobre las guerras por el poder.

Borgen cuenta las peripecias de una gobernante en minoría que debe hacer encaje de pasillos para sacar adelante sus proyectos con aliados coyunturales que no se lo ponen nada fácil, y de ideología a veces opuesta. La excelente serie danesa (que en la tercera temporada muestra a la primera ministra fuera del cargo e intentando regresar con un nuevo partido), empieza cada capítulo con una cita que, de alguna manera, anticipa lo que vamos a ver. Una de ellas es un refrán groenlandés que deberían anotar algunos de nuestros políticos: "Si tratas de ocultar un fantasma, lo haces más grande". Esta de Lenin seguro que le encantaría a alguno, o a todos más bien: "La confianza es buena; el control es mejor". Tras las elecciones seguramente más de uno (o todos) se vieron reflejados en esta frase de un fabricante de armas: "No sabes qué te ha golpeado hasta que es demasiado tarde". Propuesta para Pedro Sánchez: "Mantén cerca a tus amigos; a tus enemigos, más aún" (Sun Tzu). Una para Mariano Rajoy: "A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba" (Dante). ¿Qué les parece ésta de la protagonista, Brigitte Nyborg? "Hay que mantener las promesas que les haces a tus hijos. Un día crecerán y podrán votar". Y que quede claro: "Siéntate en la cabecera de la mesa cuando presidas las negociaciones". Esta, para quien hable con Puigdemont: "Si quieres autonomía debes de ser capaz de mantenerla".

El siniestro y sibilino Frank Underwood que interpreta Spacey en "House of cards" tiene munición abundante. Una de sus sentencias parece apropiada para los diputados de Pablo Iglesias y sus quejas por haber sido enviados al gallinero del Congreso: "El poder se parece mucho a la inmobiliaria. Es todo sobre ubicación, ubicación, ubicación. Mientas más cerca estés de la fuente, mayor será el valor de tu propiedad. Cuando la gente vea estas fotos siglos más tarde, ¿a quién verán sonriendo al borde del cuadro?". Y esta otra es ideal para los impacientes: "Así es como se devora a una ballena. Un mordisco a la vez". Otra memorable con destinatario de libre elección: "Hay dos tipos de vicepresidentes: los que se dejan pisotear y los que pisotean. ¿Cuál creen que yo pretendo ser?" O una que viene muy bien en estos tiempos de corrupciones y derivados: "Los amigos son los peores enemigos". Y una última para iniciar cualquier negociación (y que Pablo Iglesias no parece seguir): "Para algunas personas, el orgullo es su punto fuerte y también su debilidad; si consigues parecer humilde delante de ellos, harán cualquier cosa que les pidas".

¿Pensarán los candidatos como el Tyrion Lannister de "Juego de tronos" que "los planes son como la fruta, tienen que madurar"? Lord Varys es un pozo sin fondo de lucidez, ideal para el fin del bipartidismo: "Movámonos deprisa. Esto ya no es un juego de dos jugadores".

En "El Ala Oeste de la Casa Blanca", una visión idealizada de un gobierno de los demócratas, se cuenta una historia muy nutritiva para los que llegan y los que quedan: "Un hombre va por la calle cuando cae en una zanja. Es muy honda y no puede salir. Un doctor pasa y el hombre le grita: ¿Oiga, puede ayudarme? El doctor escribe una receta, la tira a la zanja y se va. Luego llega un cura y el hombre le dice: Padre, estoy aquí, ¿puede ayudarme? El sacerdote escribe una oración, la tira a la zanja y se va. Luego llega un amigo. Soy yo, Joe. ¿Puedes ayudarme? Y el amigo se tira a la zanja. El hombre le dice: ¿Eres bobo o qué? Ahora estamos los dos aquí. Sí, responde el amigo, pero yo ya estuve aquí antes y sé la salida".

Y si nadie desatasca las cañerías, recordemos lo que dicen en "The Newsroom", que habla de periodismo pero también (o además) de política: "Los adultos deben responsabilizarse de sus fracasos". Fin del episodio.

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