El Tribunal Constitucional belga reconoció el derecho de Delphine Boël, supuesta hija ilegítima del rey Alberto II, a seguir adelante con el procedimiento para demostrar su parentesco con el anterior jefe del Estado. El Tribunal dictaminó que el derecho de una persona a conocer la identidad de su padre biológico prima sobre la seguridad jurídica de los lazos familiares existentes. Los jueces responden así a las cuestiones prejudiciales planteadas en 2014 por el tribunal de primera instancia de Bruselas.