Qué miedo. Ayer se cumplieron 50 años de la emisión del primer capítulo de una serie que aterrorizó a los aún poco curtidos telespectadores españoles: "Historias para no dormir". Se titulaba "El cumpleaños" y seguirían episodios como "El pacto", "La cabaña", "El tonel", "El regreso", "El último reloj", "La pesadilla", "El muñeco"?

Al frente de aquella fábrica de pesadillas, un genio de la televisión española: Narciso (Chicho) Ibáñez Serrador, hijo del actor asturiano Narciso Ibáñez Menta, cuya voz inconfundible ponía los pelos de punta. Chicho lograría después otro éxito inolvidable con el "Un, dos, tres".

Amante confeso de la literatura de Allan Poe, el Chicho guionista, de seudónimo Luis Peñafiel, recurrió a menudo a sus relatos y reconoció también las aportaciones de otros autores "inquietantes", como W. W. Jacobs, Henry James, Guy de Maupassant y Ray Bradbury.

Para el estudioso del cine de terror y fantástico Ángel Gómez Rivero, la serie "Historias para no dormir" es "admirable, compuesta por un ramillete de obras maestras dentro del medio televisivo y de otros tantos títulos notables". La serie alcanzó su más alta cota con el mítico capítulo "El asfalto", en la que Narciso Ibáñez Menta moría sepultado por el peso de la escayola que lo empujaba hacia abajo en una calle recién asfaltada, como si de unas arenas movedizas se tratara, entre la indiferencia de los viandantes.

Una editora y productora independiente especializada en cine clásico y de autor, 39 Escalones Films, ha publicado una edición especial en DVD con 26 horas de suspense rodados en los estudios del paseo de La Habana de RTVE.