Santiago Álvarez es el director técnico mundial de Marshall Amplification, la marca más emblemática en la que están las grandes estrellas del rock (uno de ellos el desparecido Lemmy de "Mötorhead"). Nacido en Gijón en 1973 pero criado en Oviedo, estudió Industriales en Gijón "en la rama de electrónica, e hice los cursos de doctorado", matiza. Pero más adelante dejó la tesis doctoral para ir a trabajar a Alemania en Behringer, otro gigante del sector. Ahora mismo está en la cima de Marshall, que es algo así como el Ferrari de la amplificación. Santiago Álvarez imparte hoy (18 horas) una charla-conferencia sobre la amplificación de la guitarra en el centro de Música joven "Pedro Bastarrica" de Oviedo.
-¿Cómo se llega hasta Marshall?
-Antes de trabajar en Marshall estuve cuatro años trabajando para una empresa alemana en el audio profesional llamada Behringer. Éstos me contrataron en 2000 para trabajar desde Alemania en sus amplificadores de guitarra y luego trabajé en todo tipo de productos (mesas de mezcla, procesadores de audio y otros efectos, altavoces...) desde Hong Kong y Filipinas. En 2004 Marshall estaba buscando ingenieros de diseño electrónico, les mandé mi currículo y a principios de 2005 empecé a trabajar con ellos, y hasta ahora. En el año 2006 pasé a ser jefe de diseño desde Inglaterra y Hong Kong y luego, ya en 2013, me promocionaron a director técnico.
-¿Marshall es más que una marca?
-Marshall es básicamente junto a Fender y Gibson una de las tres marcas tradicionales en el mundo de la guitarra eléctrica. Es un referente, pues muchos de los otros productos se comparan a un Marshall y siempre hay mucha expectación por saber qué vamos a lanzar o en qué estamos trabajando últimamente.
-¿Qué supone profesionalmente estar ahí?
-Es trabajar como cabeza de diseño de los productos nuevos, aplicar nuevas ideas y decidir cómo se diseñan y fabrican los productos. Aparte de mis diseños propios tengo que supervisar los de nuestros equipos de desarrollo en Inglaterra y Hong Kong y, de vez en cuando, supervisar los procesos de fabricación. Desde otro punto de vista es también tener la responsabilidad de hacer que Marshall siga siendo Marshall y estar en un puesto que, como guitarrista e ingeniero electrónico, es como un hobby hecho carrera profesional.
-¿Hay algún aparato que sea obra de Santiago Álvarez?
-Muchos con Behringer, trabajé en unos 150. En Marshall son también unos cuantos: las series MB de bajo, la JVM, las series de Kerry King, Yngwie Malmsteen, Dave Mustaine, Slash, Joe Satriani, un par de modelos de las series 50.º aniversario, la reedición del Jubilee, las nuevas series CODE y alguno más que seguro que me dejo por ahí.
-¿Qué músicos son los favoritos de los que tiene en nómina Marshall?
-Siempre tuve debilidad por Joe Satriani e Yngwie Malmsteen, pero evidentemente casi todos los artistas con los que trabajamos están entre mis favoritos. Seguro que también están en la lista de cualquier guitarrista de rock.
-¿Piden opinión?
-Como he comentado he trabajado personalmente con unos cuantos en amplificadores personalizados. Luego estoy en contacto bastante a menudo con gente como Paul Gilbert de "Mr. Big" y unos cuantos técnicos de guitarra que están de gira con los artistas.
-Y obra suya fue el fichaje de Alberto Rionda
-No puedo decir que fue obra mía pues depende de la gente de nuestro departamento de gestión de artistas; pero fui yo quien puse a Alberto en contacto con nuestra gente en Inglaterra y luego ya salió todo para adelante.
-¿Tecnológicamente qué tiene previsto la marca para un futuro inmediato, la próxima perla de Marshall?
-Evidentemente no puedo revelar ningún secreto, aunque puedo comentar que tenemos unos cuantos prototipos casi listos que están siendo probados por artistas en sus estudios o en sus giras. Seguro que alguno será lanzado este mismo año.
