La huelga del Metro de Barcelona supuso un día complicado para la movilidad en la ciudad, donde muchos ciudadanos cambiaron sus hábitos y han mostrado su enojo, igual que ha hecho John Hoffman, consejero delegado de la asociación GSMA, organizadora del Congreso Mundial de Móviles. La tan esperada línea 9 que une el aeropuerto con la Fira de Barcelona ha sido una de las más damnificadas por la huelga, pese a que los servicios mínimos del 50 % en las horas puntas ha paliado en parte el colapso que podría haberse producido en la movilidad de los barceloneses, muchos de los cuales han optado por el autobús.

Para minimizar los efectos de la huelga, la asociación GSMA, organizadora del MWC, ha dispuesto un plan de contingencia para facilitar la movilidad de los congresistas habilitando una flota de autobuses lanzadera para transportar a los asistentes entre Fira Gran Vía, en L'Hospitalet de Llobregat, y Barcelona ciudad.

El consejero delegado de GSMA, John Hoffman, aseguró, tras ausentarse de la inauguración del salón, que está "muy decepcionado" por las jornadas de huelga. "Estamos muy decepcionados por la huelga. Sin embargo, nuestra prioridad en este momento es conseguir una feria muy exitosa y abordaremos el tema del transporte una vez pasado evento", dijo.