La mayor crisis económica en veinte años no ha impedido que los hijos de los oligarcas rusos presuman sin tapujos de su frívolo modo de vida en una popular cuenta en Instagram que rebosa de jets privados, lujosas suites, fajos de dinero y mucho champán.

"Rich Russian Kids" (RKK) es el nombre de la página, que ya cuenta con la friolera de 265.000 seguidores y, según su propio autor, relata en imágenes "las vidas de los intocables niños del lujo en Rusia".

"La juventud de oro", como son conocidos en Rusia los niñatos que heredan auténticos imperios sin hacer nada para merecerlo, no se priva de nada, sea a la hora de comprar un coche último modelo o viajar a destinos paradisiacos, sueños prohibitivos para el común de los rusos.

Una de las más simbólicas fotos muestra una mano de mujer sosteniendo una baraja con doce tarjetas de crédito Visa, sinónimo del frenesí consumista de ese exclusivo club. El parque automovilístico de alguno de esos niños de papá incluye varios coches, uno para cada día de la semana, y que no falten los modelos deportivos bañados en oro.

"No me apetece salir de casa", es una de las frases preferidas de los usuarios de RKK, ya que así tienen una excusa para mostrar el interior de sus lujosos apartamentos y mansiones, algunas de ellas en el extranjero, que rezuman oro y mármol.

Tampoco tienen reparo en mostrar fajos de billetes con miles de rublos o cientos de euros, sus Rolex de pulsera o bolsas con sus últimas compras en las boutiques de Chanel, Dolce & Gabbana, Vuitton o Armani.

Las chicas suelen posar con sus mejores vestidos entrando o saliendo de un casino o un hotel, tomando el sol, bañándose en aguas cristalinas o felices de la vida tras recibir como regalo una joya de incalculable valor.

"¿Qué tiempo hace en Rusia?", escribe una de ellas, en un claro intento de dar envidia, mientras se baña en una piscina junto a una playa caribeña.

Los hombres prefieren salir acompañados por despampanantes mujeres en bikini, a bordo de yates de decenas de metros de eslora, al mando de motos acuáticas, o junto a un Ferrari, Mercedes o Lamborghini.

Además de fotos, se pueden ver vídeos con hombres repartiendo billetes de 5.000 rublos (60 euros) por la ventanilla de su coche y con impactantes imágenes de sus salvajes fiestas en discotecas, sea en Mónaco, Nueva York o Dubai.

RKK está repleta de fotos de piscinas y saunas, sea en lugares de veraneo o en estaciones de esquí, y también son muy populares los jacuzzis con extraordinarias vistas tomadas desde rascacielos.

Bikini y champán es otro de los cócteles preferidos por estos jóvenes ricachones, con botellas que cuestan 1.000 dólares cada una. "Un Moscú gélido al otro lado de la ventana", reza la imagen de una chica en paños menores mirando a la calle desde un ventanal en un barrio residencial moscovita.