La actriz y activista británica Vanessa Redgrave visitó ayer el abarrotado puerto ateniense del Pireo, donde más de 5.500 migrantes y refugiados malviven en un campamento improvisado en pésimas condiciones higiénicas. Redgrave se acercó a la clínica móvil de Médicos Sin Fronteras, que al igual que la Cruz Roja atiende a los refugiados enfermos, entre ellos muchos niños. El mal tiempo de las últimas semanas ha hecho proliferar enfermedades de carácter infeccioso como la gastroenteritis o afecciones pulmonares. Durante su visita a este campamento junto con el guionista y dramaturgo estadounidense Martin Sherman, la veterana actriz habló con una afgana embarazada que le relató su éxodo. Redgrave acudió al Pireo después de recibir el pasado lunes el premio honorífico de la Academia Griega de Cine. Durante su discurso de agradecimiento, la también embajadora de buena voluntad de Unicef criticó la forma en que está actuando la Unión Europea con respecto a esta crisis y alabó el humanismo demostrado por la población griega hacia los refugiados.