La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Del cielo al infierno por engordar

El actor Taylor Lautner, conocido por su papel de lobo en "Crepúsculo", es el último famoso que sufre el ataque de sus fans en internet por ganar kilos

Del cielo al infierno por engordar

Todos recuerdan a Taylor Lautner como el sexy lobo de la saga "Crepúsculo". Su "tableta de chocolate" volvió locas a las adolescentes de medio mundo. Pero Taylor ya no es el hombre cachas de hace ocho años. El actor, de 24 años, reapareció esta semana en un programa de la BBC con unos cuantos kilos de más que alimentaron las redes sociales de todo tipo de mofas. "De lobo a oso", "A ver si deja de comer torreznos" o "Parece que se zampó 50 pizzas, 30 hamburguesas y 100 choripanes" son algunas de las burlas que hicieron los internautas sobre su físico. Los psicólogos asturianos indican que este caso y el de Wentworth Miller -otro ídolo de masas, famoso por la serie norteamericana "Prision Break", que acabó engordando y cayendo en la depresión- demuestran cómo internet lleva "de la cima a la sima" a las personas sólo por su imagen.

"Es increíble cómo los jóvenes toman ídolos por su físico y cómo en el momento en que engordan, que debería ser un aspecto secundario, los destruyen", explica el catedrático de Psicología Marino Pérez. De hecho, el actor de "Prision Break" confesó haber intentado suicidarse tras la última meme sobre su cuerpo: "Cuando sales de prisión y te enteras del monopolio de McDonald's". Anteriormente hubo otras más duras, como "michelines en forma" o "de cachas a gordo". "Las redes sociales se han convertido en una especie de vomitorio; no pensamos lo que escribimos. Reflejamos nuestras preferencias y críticas como si disfrutásemos con la destrucción de una persona", reflexiona el profesor de la Universidad de Oviedo, para añadir a continuación: "La sociedad actual está vacía por dentro, tiene una debilidad moral tremenda".

Pero la raíz de ese problema ya se cultiva desde la niñez. Se elige a los amigos en función de si son guapos o feos, delgados o gordos. No importa en absoluto su interior. Y ahí es donde irrumpe el acoso. "Tenemos un estereotipo de la obesidad relacionado con la falta de control y de voluntad, la pereza... Y por eso se les agrede verbalmente. En algunos casos, de la forma más cruel", sostiene Isaac Amigo, profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo y autor del libro "Ser gordo, sentirse gordo". Amigo opina que esa crueldad llega a niveles superiores con las redes sociales: "Son más inmediatos, llegan a cualquier sitio y se trata de mensajes que elaboramos a golpe de impulso. No hay un control -en el buen sentido de la palabra- de un editor que pueda medir los comentarios". El psicólogo insiste en que la solución está en las aulas: "Hay que exigir en las escuelas un respeto a todos independientemente de su físico". Porque en cualquier momento uno puede caer en las garras de internet. Como le pasó al lobo de "Crepúsculo", al protagonista de "Prision Break" o por poner otro ejemplo: al hermano de Kim Kardashian.

Compartir el artículo

stats