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Todas las mujeres de un cineasta

La intensa relación del director manchego con sus actrices ha marcado toda su filmografía

Todo artista necesita una musa... y toda musa precisa de un artista. Si hay una constante en la carrera de Pedro Almodóvar, aparte del éxito, esta es sin duda su fascinación por el universo femenino. Un universo que el manchego ha sido capaz de plasmar como muy pocos cineastas han logrado, lo que le ha permitido trazar prolíficas alianzas con varias actrices que, al abrigo de sus planos, han crecido de manera exponencial. Ellas son las llamadas "chicas Almodóvar", un selecto club que incluso ha merecido una canción de Joaquín Sabina, y al que ahora se unen, tras el estreno de Julieta, Adriana Ugarte y la fascinante Emma Suárez.

La primera de todas ellas, colaboradora y cómplice de Almodóvar durante sus primeras aventuras cinematográficas, fue Carmen Maura. La actriz protagonizó cinco de las siete primeras películas de Almodóvar, hasta que una discusión tras el estreno de Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) separó sus caminos. Unirían fuerzas de nuevo para Volver (2006), pero ya nada sería igual.

El testigo de la Maura lo recogió Victoria Abril, que trabajó con Almodóvar en tres películas consecutivas entre 1990 y 1993: ¡Átame!, Tacones lejanos y Kika. En las dos últimas, además, compartió protagonismo, respectivamente, con Marisa Paredes y Verónica Forqué.

La Forqué ya había trabajado antes con Almodóvar, en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) y Matador (1986). Para Marisa Paredes, por su parte, había tenido un papel en Entre tinieblas (1983), aunque sería a partir de Tacones Lejanos cuando su relación con el manchego entraría en su fase más fecunda. La flor de mi secreto (1995), Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011) son, hasta la fecha, sus colaboraciones con el cineasta.

Precisamente, Todo sobre mi madre marca un hito en la carrera de Almodóvar, que recoge al fin el Oscar que le era esquivo desde Mujeres al borde de un ataque de nervios. La película, además, sirvió de punto de encuentro de "chicas Almodóvar" de varias generaciones. Cecilia Roth, que había trabajado en tres películas del cineasta en los ochenta, encabezada un reparto que también incluía, además de a la citada Marisa Paredes, a Candela Peña, Antonia San Juan, Rosa María Sardá, un travestido Toni Cantó y a Penélope Cruz. La misma que, nada más cruzar el charco, celebró con un sonorísimo "¡Peedroooooo!", sobre el mismo escenario del Shrine Auditorium, el Oscar a la Mejor Película Extranjera que recibió el filme.

Penélope Cruz ha sido, desde entonces, la favorita del cineasta. Pero en su camino se han cruzado otras mujeres: Leonor Watling, Elena Anaya, Rosario Flores, Francesca Neri, Ángela Molina... A la lista hay que unir además a secundarias habituales como Bibi Andersen o Rossi de Palma, y a la recientemente fallecida Chus Lampreave, que colaboró nada menos que en ocho películas del manchego, desde Entre tinieblas hasta Los abrazos rotos (2009). Una auténtica "chica Almodóvar".

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