Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, hicieron sus pinitos como cocineros en Bombay, donde se atrevieron a preparar una "dosa", una especie de crepe, en su segunda jornada de visita a India. El príncipe Guillermo y su esposa empezaron el día cocinando la crepe, aunque ayudados por una máquina para cocinar esta popular delicia culinaria, que sin embargo la duquesa no probó.

La "dosa" sí fue degustada por el príncipe en su primer acto del día, en un centro de emprendedores de la capital financiera india, para a continuación ponerse a los mandos de un coche de carreras simulado. La pareja real probó después una máquina de escritura Braille y, con los ojos vendados, escribieron el nombre de su primer hijo, Jorge.

Desde Bombay, los duques volaron a Nueva Delhi, donde continuaron con sus múltiples actos programados vistiendo la misma ropa con la que habían empezado la jornada: traje azul marino, camisa blanca y corbata morada para él y vestido blanco estilo "baby doll" de medio largo, manga corta y bolsillos sobre el pecho para ella.

Después de atreverse el día antrior con un vestido de estampado étnico de la diseñadora india Anita Dongre, la duquesa se decantó ayer por un modelo más formal, que acompañó de zapatos de corte salón y "clutch" en color crema. La falda le dio algún problema a Catalina en el momento en que junto a su esposo depositaba una corona de flores en la tumba al soldado desconocido bajo el arco Puerta de la India, cuando una ligera brisa obligó a la duquesa a sujetarla varias veces para que no se levantara demasiado.