El auténtico Darth Vader veraneará este año en Gijón. David Prowse, el actor que interpretó al malvado personaje central de la saga Star Wars, asistirá al festival Metropoli, que celebra del 24 de junio al 3 de julio en el recinto de la Feria de Muestras. El motivo de la visita de este actor británico es asistir a la proyección de la película "I am your father", un documental que homenajea su olvidada figura y que toma el título de una de las frases ya legendarias de la historia del cine y que esta encarnación del lado oscuro pronuncia en la segunda película de la serie, "El Imperio contraataca".

El documental sobre David Prowse está firmado por los mallorquines Toni Bestard y Marcos Cabotá y rinde homenaje a un hombre que acabó aplastado por la máscara característica de su personaje, todo un icono de la cultura actual. Aún no se ha esclarecido del todo el motivo por el que George Lucas, el padre de la criatura galáctica, le condenó a una especie de destierro. Una de las explicaciones que corren es que Prowse se fue de la lengua con los periodistas y contó a un diario británico que su personaje moría al final de la trilogía que originariamente rodó Lucas. Lo que está claro es que nunca le levantaron esta condena por "spoiler". A tal punto que Prowse es efectivamente el hombre de más de dos metros que hay dentro del disfraz del asmático Vader, pero cuando llegó el momento de mostrar el rostro del personaje tras la máscara, Lucas se lo encargó a otro actor, Sebastian Shaw, un intérprete británico formado en las lides de Shakespeare. Ni siquiera esa voz metálica tan característica era la suya. Prowse se enteró en el mismo preestreno de que había sido doblado por James Earl Jones. En España puso la voz Constantino Romero. Por eso Vader sonaba igual que Clint Eastwood cuando decía aquello de "Alégrame el día".

Ni tenía su cara, ni tenía su voz. Pero tenía el porte de Darth Vader y cuando extendía la mano para estrangular, sin tocarlo, a cualquiera de aquellos oficiales de la Estrella de la Muerte, Prowse metía mucho miedo. De hecho, lo eligieron por su porte de armario. En 1976, en la industria cinematográfica británica ("La guerra de las galaxias", el episodio IV, se rodó cerca de Londres) no había nadie de más envergadura que este culturista de Bristol. Nadie salvo Peter Mayhew, otro gigante de la escena británica al que le tocó el papel de Chewbacca, el "felpudo con patas" del filme.

Prowse, campeón de halterofilia, había protagonizado unos cuantos anuncios encarnando al "Hombre Verde", una especie de superhéroe que ayudaba a cruzar la calle a los niños. También había hecho un papel en "La naranja mecánica" de Kubrick y había encarnado varias veces al monstruo de Frankenstein en películas de serie "B" de la Hammer. Animó la siniestra figura de Darth Vader, pero también contribuyó a dar color y músculo a otro icono rojo y azul: fue entrenador personal de Christopher Reeve para su papel de Superman. Todos los superhéroes le querían. De hecho, uno de sus más fervientes admiradores es Lou Ferrigno, el culturista que interpretó a Hulk en aquella serie televisiva de finales de los setenta con una "Masa" que parecía más bien una drag queen enfurecida.

El hombre que Darth Vader llevaba en su interior es un británico de gestos pausados al que le diagnosticaron el año pasado el mal de Alzheimer y ha tenido que pasar muchas veces por el quirófano por la artritis que sufre. Aún mantiene sus recuerdos y sostiene que no fue él quien filtró los datos del guión. Pese a ello Lucas jamás le perdonó y, de hecho, no permitió que los productores del documental sobre Prowse hicieran pública la escena que rodaron por su cuenta a imitación de la que aparece en la trilogía y donde por fin se ve el verdadero rostro de Vader. Sólo que en esta ocasión sí que se ve la cara de Prowse. Tampoco se prestó a estrecharle la mano, que era el final que Bestard y Cabotá habían previsto para la cinta que se proyectará en el festival Metropoli de Gijón.

Darth Vader es la encarnación del mal y de ese influjo no se libran ninguno de los actores que lo interpretaron. No sólo Prowse ha sufrido esa maldición. Hace unos días trascendía que Jake Lloyd, el actor que interpretaba a Anakin Skywalker (que de mayor se convierte en Dath Vader en la saga), se encuentra internado por esquizofrenia. Hayden Christensen, el actor que encarnó a Anakin de joven, también ha pasado casi al anonimato, después de encadenar varios papeles que no hacían más que confirmar su caída en picado como actor.

La vida privada de los actores de Star Wars tiene mucho del "lado oscuro". Resulta que Darth Vader era un pobre hombre, que la Princesa Leia fue toxicómana y que los humanos que había dentro de los androides R2D2 y C3PO se odiaban intensamente...