Nadie ponía ayer en duda a la hora de bajar la persiana de la cuarta edición del Gijón Sound Festival que ha sido la de la consolidación. "Estamos, sin duda, en el mejor año", aseguró Kiko Rimada, de Mestizo Producciones, organizadora de una cita que se despidió en El Patio de la Favorita con música del DJ El Chico Biónico y de "Aries".

Un adiós entre amigos que es un hasta el año que viene. El éxito ha dado nuevas alas al planteamiento de un festival descentralizado, con varios escenarios, que apoya la empresa municipal gijonesa Divertia, además de comerciantes y hosteleros. Agregados a los quince conciertos oficiales, más de una veintena de locales programaron sus propias actuaciones.

"Todos los conciertos han funcionado y en algunos hemos agotado las entradas", señaló Kiko Rimada. Por Gijón han pasado estos días desde los sólidos "Tindersticks", con los que abrió el Gijón Sound el pasado viernes, hasta Luis Eduardo Aute o el singular concertista de música clásica James Rhodes, autor de "Instrumental", libro que se ha convertido en uno de los éxitos editoriales del último año. Y desde El Niño de Elche, con su revolución flamenca, hasta grupos asturianos como "Fasenuova" o "Pauline en la Playa".

José Luis Quirós, también de Mestizo, ha definido el Gijón Sound como un festival ecléctico. Y el cartel de la edición que se despidió ayer es un ejemplo. Éxito de público y espectadores de distintas generaciones. "Hay que seguir desarrollando la idea e implicar a más gente", dijo Rimada. Divertia quiere atraer a la cita, el próximo año, a 30.000 personas.