Una buena forma de celebrar que un hijo, aún adolescente, ha vuelto a acercar posturas con su madre es dar una fiesta. Y eso es lo que ha pensado Madonna, que no puede reprimir su felicidad y ha decidido que hay que celebrar el que ya haya podido ver a su hijo Rocco y reconciliarse con él. Lo ha hecho a través de una fiesta en el domicilio que tiene la cantante en Londres. Una juerga que duró hasta, según publica "Daily Mail", las dos de la mañana. Incluso tal y como especula el diario, se rumorea que la propia cantante contrató a camareros para que le sirvieran los cócteles a los todos los amigos adolescentes de Rocco. Parece ser que una actitud con su hijo adolescente demasiado restrictiva provocó que Rocco se quedase con su padre en Londres, el cineasta Guy Ritchie.