Loquillo, aún fresco su primer número 1 en ventas en España por su arriesgado álbum previo, regresa con "Viento del este", un disco eufórico en lo musical, generalista y "muy meditado" (ha tardado cinco años en prepararlo), en el que habla de rock and roll, enganches (y desenganches) sentimentales y de "falsos profetas". "En los tiempos que corren las estrellas del rock no somos nosotros, son los cocineros y los políticos, que utilizan los medios como hemos hecho nosotros toda la vida, para provocar y estar en primera línea, aunque a ellos se les olvida apartarse a veces para no quemar", apunta.