Los aficionados a los videojuegos que ya han cumplido los cincuenta años y que en su gran mayoría se iniciaron con microordenadores como el Spectrum y el Amstrad están de enhorabuena: "La abadía del crimen", uno de los títulos del género que rompió moldes en 1987 y que proporcionó cientos de horas de entretenimiento a toda una generación de jugones, vuelve a estar disponible, esta vez con descarga desde internet, para jugarlo en ordenadores modernos y con una estética modernizada aunque, eso sí, también con absoluta fidelidad a la trama, el misterio y el suspense originales.

El remake de "La abadía del crimen", que lleva más de 20.000 descargas en apenas una semana, es el homenaje póstumo del cántabro Manuel Pazos y del catalán Daniel Celemín a los creadores del título original, que pese a haber sido en su día un fiasco de ventas acabó siendo etiquetado como uno de los videojuegos de culto que ha dado la industria española. En sus orígenes, "La abadía del crimen", inspirado en la novela "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, fue un trabajo a pachas del avilesino Paco Menéndez (el programador) y Juan Delcán (gráficos).

Aquel trabajo para hacer realidad un juego de intriga basado en la tecnología de 8 bits encumbró al avilesino, por entonces un veinteañero apasionado de la informática; la crítica llegó a considerar a Paco Menéndez uno de los mejores programadores españoles de la llamada edad de oro del software español y el juego que lleva su firma fue el primero del que se editó un libro -"Obsequium"- lanzado en 2014 por la editorial "Ocho quilates". Desgraciadamente, Paco Fernández no vivió para ver la repercusión mediática de su obra, que ahora gozará de una segunda juventud, pues se quitó la vida en 1999 después de haberse afincado en Madrid -donde hay una iniciativa popular en marcha para que una calle lleve su nombre- y colaborado en otros proyectos.

La reedición, 29 años más tarde de su lanzamiento, de "La abadía del crimen" puede descargarse de forma gratuita y está disponible para PC, Mac y Linux. Los desarrolladores Daniel Celemín y Manuel Pazos han trabajado durante dos años en sus ratos libres para actualizar este título de "padre" asturiano y que para muchos expertos es clave en la historia del desarrollo de los videojuegos en España

Uno de los aspectos más interesantes del remake es el hecho de que no se conforma únicamente con tomar la obra original de Menéndez y Delcán y actualizar su apartado visual, sino que va un poco más allá. Además de retocar pequeños aspectos para hacer que jugarlo sea más accesible a día de hoy, como la inclusión de un mapa o el control (opcional) con ratón, también se han añadido nuevas habitaciones y secretos.

La clásica vista cenital se mantiene, de la misma manera que el truculento argumento inspirado en "El nombre de la rosa" y su posterior adaptación cinematográfica. Guillermo de Occam y Adso de Melk, los protagonistas del videojuego, vuelven a investigar dentro de las paredes de la abadía, un mundo de píxeles cuya matriz principal tiene 160 pantallas. Larga vida para una obra de arte.