Una foto tomada por Annie Leibovitz que muestra a la reina Isabel II rodeada de sus dos nietos más pequeños y sus cinco bisnietos, en la que una de las niñas sostiene con gracia el bolso de la soberana, fue divulgada por el 90.º cumpleaños de la monarca.

La entrañable imagen de una sonriente Isabel II, posando junto a los miembros más jóvenes de la familia real británica, con un atuendo más relajado de lo habitual, es una de las tres imágenes que sacó la reconocida fotógrafa, premio "Príncipe de Asturias", para conmemorar la ocasión.

En la instantánea, la monarca sostiene en su regazo a su bisnieta más pequeña, la princesa Carlota, segunda hija del príncipe Guillermo y Catalina, mientras que el príncipe Jorge, el primogénito de los duques de Cambridge, se sitúa a su lado.

El resto de los integrantes de la simpática estampa son Jaime, que ostenta el título de vizconde de Severn, y que es el menor de los hijos de los condes de Wessex, el príncipe Eduardo y su esposa, Sofía.

También posa para la lente de Leibovitz su hermana mayor, lady Luisa Windsor, que aparece al lado de su hermano, y detrás de la soberana. Ellos dos son los nietos más pequeños de la monarca. A la derecha de Isabel II figura la pequeña Mia Tindall, la hija de la nieta de la reina, Zara Tindall, y del exjugador de rugby Mike Tindall, que protagoniza el momento más divertido de la imagen al sostener con desparpajo el bolso de su bisabuela.

Otra de las niñas que componen la fotografía es otra de las bisnietas, Isla Phillips, la segunda hija de Pedro Phillips -el hijo de la princesa Ana y el capitán Mark Phillips- y su esposa, Autumn. Y aparece además su hermana mayor, Sabana Phillips, la primera bisnieta que tuvo la monarca británica.

Isabel II celebró ayer su 90.º cumpleaños con un desfile multitudinario en la localidad inglesa de Windsor, con el que recibió el calor de sus súbditos y dio inicio a unos fastos que durarán varios meses. Ataviada con un traje verde y su habitual sombrero a juego, la soberana más longeva y la que más años ha reinado en la historia del Reino Unido recorrió los alrededores de su castillo en Windsor, a 40 kilómetros de Londres, a bordo de un lujoso Bentley oscuro con el techo abierto para saludar a quienes esperaron horas en las márgenes de la carretera para verla pasar.