La revista People acaba de elegir a la actriz estadounidense Jennifer Aniston "la mujer más bella de 2016". Hay que añadir: nada que no sepamos. Jennifer Joanna Aniston (47 años), californiana criada en Nueva York y alma de aquella maravillosa que duró diez años llamada Friends, serie de televisión coral y medio juvenil que creó escuela y acuñó formato (echen un vistazo a The Big Theory y sabrán de lo que hablo).

Los 164 centímetros de Aniston aterrizaron en Friends en 1994 cuando la incipiente carrera artística de la chica había sufrido un par de modestos patinazos que le hicieron reconsiderar su futuro. Pero el destino es así, dramáticamente puñetero en algunos casos e inesperadamente acogedor en otros. El casting de Friends puso a Jennifer Aniston en medio de un elenco en el que ella no era precisamente la estrella. Courteney Cox y Lisa Kudrow apuntaban más alto, pero los productores hicieron tabla rasa y decidieron pagar a los seis protagonistas un sueldo de 22.000 dólares por episodio. Jennifer Aniston acabó diez años después ganando un millón por capítulo. Y eso, en 2004.

¿Qué tiene Jennifer que no tengan las demás mujeres en el mundo? La respuesta es: nada. Alguien puede encontrar una alternativa a tal respuesta: todo. Aniston no tiene un tipo incomparable, se podrá alegar. Es verdad. Y su rostro no es en absoluto perfecto, "arquitectónicamente" hablando. De acuerdo. Podría ser la cajera (muy) mona del supermercado de la esquina, pero esta mujer tiene algo. Tiene mucho, para ser exactos.

Recopilemos: una sonrisa luminosa, energética, de esas que producen calor (en el mejor sentido del término). Y un pelo versátil: la melena media le queda de cine (el estilo de peinado de sus primeras temporadas en Friends hizo furor), pero el pelo recogido le da un aire de sereno atractivo. Si prueba a raparse el pelo al cero seguro que le quedará bien. La cámara la adora y ella se deja querer.

Su carrera cinematográfica no ha parado de dar tumbos, encasillada en comedias de corto alcance pero de mala actriz, nada de nada. Aún dará sorpresas, adentrada en esa edad ya cercana a los cincuenta en la que las mujeres dan sopas con onda a las inmaduras veinteañeras.

Su boda en 2000 con el actor Brad Pitt rompió moldes rosas, pero aquello duró cinco años. El final de Friends coincidió casi con la ruptura matrimonial. Desde entonces hasta 2015, año en que sedimentó al lado del actor, director y guionista Justin Theroux, su vida sentimental tuvo algo de montaña rusa. Hay quien dice que Theroux le durará poco. Dentro de treinta años diremos de ella: ¡qué señora más atractiva!

Y que usted lo vea.